El fuerte viento que azotó la ciudad desde primera hora de la tarde del jueves obligó a suspender la actividad de los Prácticos del puerto, debido a que la seguridad de los trabajadores no estaba garantizada al 100%, por lo que el tráfico marítimo quedó interrumpido. Así lo comunicaron los miembros del servicio al centro de control de la Autoridad Portuaria y a Capitanía Marítima.

La decisión de los Prácticos provocó que los buques pendientes de entrar en el puerto quedaran fondeados a la espera de que se reactivara el servicio. Así, los barcos Sti Fulham, Amira Amina y Lugana se mantenían a la espera de poder atracar en el puerto. No obstante, a las seis de la mañana del viernes se ha abierto de nuevo el tráfico marítimo. La previsión para la tarde vuelve a ser pesimista, aunque desde los Portuarios han afirmado que confían en que todos los barcos pendientes puedan atracar.

El fuerte viento, que alcanzó el jueves rachas de 20 metros por segundo y mantiene la previsión, provocó también la intervención de los bomberos en pequeños desprendimientos de persianas, toldos y árboles en la ciudad. Cerca del colegio Virgen de Begoña cayeron ramas de árboles, aunque en ningún caso hubo que lamentar daños personales, según el servicio de emergencias municipal.