Poco más de una semana para que arranque una nueva edición del Carnaval de Cartagena y en las redes sociales ya ha aparecido una campaña que llama al boicot de los festejos. La razón es la contratación de Kiko Hernández, colaborador del programa televisivo Sálvame y exconcursante del reality Gran Hermano, anunciada la pasada semana por la presidenta de la Comisión del Carnaval, Carmen Sánchez.

La polémica surge de una condena a Hernández de 2015, aunque el asunto juzgado data de 2008. Según los tribunales, el colaborador de Sálvame fue condenado a seis meses de prisión por un delito de apropiación indebida que cometió al quedarse con 14.000 euros de un cliente que acudió a su empresa inmobiliaria, la cual cerró a continuación sin devolver el dinero.

No obstante, pese a que hace dos años del fallo judicial, los usuarios de las redes sociales han iniciado un llamamiento al boicot al criticar que Hernández cuenta con polémicas a sus espaldas que podrían ensombrecer el nombre del Carnaval y que, además, su contratación supone un gasto de dinero público -se habla de 9.000 euros-.

Desde el Ayuntamiento tan sólo indicaron que se trata de una decisión de la Comisión del Carnaval y que ellos respetan las propuestas que les hacen llegar los carnavaleros. Por su parte, la presidenta de la Comisión, Carmen Sánchez, defendió a preguntas de LA OPINIÓN la contratación del colaborador de Sálvame. «Es una tontería. Kiko Hernández viene porque nos interesa. Nos puede dar mucha publicidad antes, hablando en el programa, durante y después de las fiestas. No nos interesa nada más», dijo Sánchez, quien añadió que «en caso de que fuera condenado por delitos mayores, obviamente, se habría cancelado el contrato, pero no es el caso».