Comenzó como una idea de Lola Gutiérrez y se materializó en un ´encargo´ hacia José Blas Hernández. Hasta el mes de junio, el entrevistado ya había producido un total de once cortometrajes y fue al inicio de este verano cuando la popular escritora cartagenera le propuso alcanzar la docena a través de un tema bastante específico: la vida y trayectoria del inventor del submarino, de Isaac Peral y Caballero.

¿Cómo recibió la petición de iniciar esta producción?

Pues fue a través de la escritora Lola Gutiérrez. Me lo propuso y la verdad es que al principio no lo tuve claro, porque suponía hacer un corto de época sobre un tema que desconocía, pero finalmente decidí embarcarme en ello.

¿Qué es lo que más le ha apasionado sobre la personalidad de Isaac Peral?

Lo que más destaco de él es su valentía a la hora de hacer algo, aunque le costase ganar enemigos o le afectara a su salud. En ese sentido, en el de que no desistir hasta conseguir lo que se propone, me siento un poco identificado. Diría que eso es lo que me ha pasado con esta producción.

¿Le costó mucho dar con Pablo Novoa?

A Pablo Novoa lo encontré en una obra en la que él interpretaba a Miguel Hernández. Al verlo vi a Isaac Peral y lo llamé enseguida. Él es gallego, de profesión militar y está destinado en Cartagena. Desde el primer momento pensé que tenía bastante parecido con Peral.

¿Con qué recursos cuenta para la grabación y el montaje del corto?

Lo hacemos todo casero. El maquillaje lo gestiona una amiga, y de la banda sonora, del montaje y del sonido se encargan también dos amigos cercanos de toda la vida. Tenemos un muy bajo presupuesto, yo he financiado lo poco que ha costado, pero lo cierto es que ya contábamos previamente con todo el material: cámaras, dron, programa de montaje, trípodes, micrófonos, etc.

¿Qué escenarios han utilizado?

Para los escenarios hemos intentado utilizar ambientes en los que no se notara demasiado que estábamos en Cartagena, ya que el protagonista, aunque nació aquí, pero no pasó tantos años de su vida en nuestra ciudad. Uno de ellos ha sido el Museo Naval, en el que se ubica actualmente el famoso submarino Peral y que dispone de una sala dedicada a este personaje.

¿Se dedica profesionalmente al mundo cinematográfico?

No, qué va, lo tengo como un hobby, pero yo me dedico al mundo de la carretera. Tampoco he estudiado nada de audiovisuales, llegué hasta EGB y Bachillerato, pero lo que sí tengo es imaginación. Además, suelo ver muchas películas y me documento bien.

¿En qué momento se puso por primera vez detrás de una cámara?

De siempre, desde niño, me ha llamado la atención el cine, la imagen, la fotografía... Y desde pequeños, mi amigo Felipe y yo proyectábamos películas en su jardín, cobrábamos las entradas que nosotros mismos hacíamos a 5 pesetas. Fue en 2013 cuando hicimos nuestro primer corto, tan solo con un móvil y con el programa de edición que venía de fábrica con el ordenador. Más tarde conseguiríamos una cámara, Felipe compró un auténtico programa de montaje y seguimos ampliando el material.

¿Y alguna vez ha sido usted quien ha actuado?

En alguna producción sí he salido, pero más como algo tipo Alfred Hitchcock. Realmente pienso que yo sería el peor actor del mundo, prefiero estar al otro lado.

Su afición por la escritura no se ciñe solo a los guiones, ¿no es cierto?

También escribo literatura. Ya he publicado dos libros: Un cabo suelto, que es una novela negra ambientada en Cartagena, y Los hombres de la luz, que mezcla realidad y ficción. Ahora estoy escribiendo la continuación del primer título.

¿Cuándo podremos ver el cortometraje en la gran pantalla?

Pues todavía no tenemos una fecha determinada pero nos gustaría estrenarlo en el Aula de Cultura de la CAM, en la calle Mayor, a finales de enero o principios de febrero. Después haremos alguna proyección más y ya lo subiremos a redes sociales, pero no se comercializa. Aquí todo es altruista y desinteresado, no hay pérdidas ni beneficios.