Los tres detenidos por el doble crimen de Las Seiscientas -Joaquín M. F., Joaquín M. R. e Israel M. F.- fueron encarcelados de forma preventiva el martes, por orden del juez, en el centro penitenciario de Sangonera. No obstante, el entorno los tres sospechosos, que pertenecen al clan de Los Gasolinas, relacionado con un amplio historial delictivo por tráfico de estupefacientes, apunta a que en breve pueden ser trasladados a otro centro penitenciario para proteger su integridad física.

Está previsto que el magistrado Ignacio Munítiz, que instruye la causa bajo secreto de sumario, tome declaración en los juzgados a los siete testigos del tiroteo la próxima semana. Todos ellos son miembros de la familia de las víctimas, Los Salgueros, que presuntamente acudieron desarmados desde Alicante hasta la casa de Los Gasolinas, en Las Seiscientas, para reclamar a una hija, menor de edad, de Joaquín M. F., alias ´el Hitler´, y al bebé de esta, de 15 meses. Dado que uno de los integrantes de Los Salgueros, de 20 años, había tenido una relación sentimental con ella, de la que nació el retoño.

Si bien, fuentes cercanas a la investigación revelan que las declaraciones tomadas por la Policía a los testigos, nada más producirse el tiroteo, son contradictorias. Incluso, según las citadas fuentes, los testigos implican a más presuntos autores de los disparos: la mujer de ´el Hitler´ y abuela del bebé, y un familiar político de Los Gasolinas. De todos modos, el entorno del clan cartagenero cree que estas versiones de los hechos se aclararán ante el juez, presagiando así que los testigos ofrecerán un relato menos desvirtualizado de lo que ocurrió. Así, consideran que estos testimonios recogidos por la policía están condicionados por «pánico» que vivieron.

La Policía sostiene que los tres arrestados dispararon armas de fuego. Les incautaron tres escopetas de caza, que habían sido robadas. Los acusados por asesinato/homicidio, tenencia ilícita de armas y lesiones se han acogido a su derecho a no declarar. Aun así, su entorno confirma que los tres principales sospechosos romperán su silencio una vez que se conozcan las autopsias de los dos fallecidos y las pruebas de balística. Defienden que uno de los detenidos no apretó el gatillo, y que incluso uno de los que disparó no causó heridas mortales. La víctima que estaba ingresada en el Santa Lucía, varón de 38 años, será trasladada a un hospital de Alicante.