Paseando por Cartagena, muchas veces solemos recordar Olga y yo aquellos tiempos en que éramos universitarios y nos veníamos a la ciudad al cine y poco más, porque en aquellos años había escasos atractivos en una ciudad contaminada, cerrada al puerto y al municipio, mortecina, oscura y de calles deshabitadas. Al final terminábamos en Murcia, una ciudad mucho más luminosa, cosmopolita y llena de ofertas para el ocio y la cultura. Con los años, hay que reconocer que Cartagena ha dado un gran cambio, fundamentalmente en lo que al centro y al casco histórico se refiere.

Venir a Cartagena ya no es como meterse en la boca del lobo, sino disfrutar de la alegría multicultural del Mediterráneo. Cada día son más los amigos y conocidos que me comunican que les encanta venir a nuestra capital marinera y me felicitan por lo bonita que está y por la creciente vitalidad comercial, cultural y festiva. Ahora sí da gusto pasear por sus calles a cualquier hora del día. Cada día son más los comercios, bares, restaurantes y cafeterías que abren, y la prueba del cambio es que hasta los jóvenes que antes salían huyendo o se concentraban en el extrarradio, ahora están tomando en un centro urbano que rebosa el pálpito vital de gentes de diversa índole.

A esta nueva Cartagena están contribuyendo muchos agentes sociales: comerciantes, empresarios y también la administración local. Sin duda, a todo esto ha contribuido la remodelación del puerto, la vida universitaria, las inversiones en calles y plazas, la recuperación y puesta en valor de los monumentos y yacimientos arqueológicos y la apuesta por la revitalización cultural, fomentando interesantes proyectos de danza, música, teatro, fotografía o artes plásticas.

Los enamorados de la cultura y de la ciudad no damos abasto con esta creciente E interesante programación: una oferta que va desde la raíz hasta el horizonte, desde la tradición hasta la vanguardia. Desde el verano aquí hemos podido disfrutar de una gran edición del Festival Mucho Más Mayo, de bandas de música y grupos de danza en la calle, del buque insignia de La Mar de Músicas, con decenas de conciertos por toda la ciudad y con interesantísimas y también internacionales actividades y exposiciones paralelas. El Festival Trovalia y las veladas de trovos. Hemos tenido unas magníficas Fiestas de Carthagineses y Romanos, por primera vez internacionales, con más actos que nunca en las calles y las plazas de la ciudad, además de las inolvidables representaciones histórico-teatrales junto al puerto o a la muralla. Hemos vivido también 'Heryca, los viajes de Sirus', una gran exposición de 16 artistas de ArtNostrum homenajeando aquella época de esplendor histórico y todo el legado cultural de aquellas civilizaciones que nos han conformado en lo que somos.

No hay que olvidar otras grandes exposiciones que se están realizando en otras salas de la ciudad, cada vez de más calidad, y, además, de la gran programación que ha emprendido el Muram, en el Palacio Aguirre, con grandes artistas como Charris o ahora Lidó Rico, o las cada vez más interesantes actividades y muestras del Museo del Teatro Romano o la Sala de Exposiciones de la UPCT.

Estos días está confluyendo el XXXVII Festival de Jazz, la II Muestra Modernista de Cartagena de Levante, el maravilloso y novedoso Festival Poético Deslinde, con su culmen en el Premio de Poesía Antonio Oliver Belmás, sin olvidar la mejorada programación del Teatro Circo, o el FICC 46 en el que ya estamos inmersos. Me dejo muchas cosas y mención aparte merecerá un repaso a las actividades