El presidente de la asociación de vecinos de Mar de Cristal, Ángel Monedero, declaró ayer que la situación es «insostenible» desde 2012, cuando «dos grandes empresas agrícolas modificaron el terreno y transformaron el trabajo de secano en uno de regadío intensivo», informó.

«Sólo con 10 litros de agua se inundan los garajes y las viviendas de planta baja con un metro y medio de agua», lamentó Monedero. «Este año no nos queda otra opción que rezar y que Dios nos pille confesados», dijo.

La «única vía» para intentar frenar esta situación, comentó, es a través de una «solución judicial» por «indicio de cuatro presuntos delitos de estas empresas agrícolas: contra la ley de aguas por usurpación, contra el patrimonio, contra el territorio y contra el medio ambiente», concluyó.