La tesis del oncólogo del Hospital General Universitario Santa Lucía, Pablo Cerezuela, ha analizado la utilidad de la realización de la prueba de la Biopsia Selectiva del Ganglio Centinela (BSCG) en la práctica clínica en pacientes con melanoma cutáneo profundizando en la aplicabilidad en estos pacientes del tratamiento con interferón alfa 2b.

El trabajo de investigación incluye el análisis de pacientes diagnosticados de melanoma en estadio inicial sin afectación clínica ganglionar entre los años 1996 y 2015 en la Sección de Oncología Médica del Hospital General Universitario Santa Lucía.

En él se analizaron además las variables relacionadas con la realización de la BSGC, con el cambio de estadio y de propuesta de tratamiento, y con el pronóstico y con las características de las recaídas.

El melanoma es la neoplasia maligna cuya incidencia aumenta más rápidamente en el mundo y hasta un 20 por ciento de los pacientes con melanoma en estadio inicial desarrollarán metástasis ganglionares.

En estos casos, la estadificación de la enfermedad se realiza mediante la BSGC que consiste en la detección, exéresis y análisis anatomopatológico del primer ganglio al que drenarían las células tumorales.

Así, la ausencia de éstas aseguraría en gran medida la ausencia de diseminación de la enfermedad, evitando así linfadenectomías y su morbilidad. Actualmente la BSGC ha demostrado ser factor pronóstico correlacionándose su realización con la supervivencia libre de enfermedad en pacientes con melanomas finos y de grosor intermedio.

En España actualmente el único tratamiento adyuvante en melanoma es el interferón alfa 2b, en esquema de altas dosis y en pacientes en estadio IIB, IIC o III (con afectación ganglionar), por lo que la positividad de la BSGC podría implicar un cambio de estadio y, por tanto, de propuesta terapéutica.

El estudio evidencia que hasta al menos un tercio de los pacientes que reciben interferón en adyuvancia lo hacen debido a la positividad de la BSGC.