Hace sólo diez meses la nueva junta directiva que presido recibió un mandato claro: Rescatar al Real Club de Regatas de Cartagena.

A pesar del poco tiempo transcurrido hemos avanzado mucho, solventando problemas que hasta hace poco parecían irresolubles. Y todo ello aplicando tres criterios básicos: transparencia, eficacia y sentido común.

Transparencia:

Nada más llegar a la Presidencia encargué una auditoría externa de la situación económica y financiera del Club, con el fin de contar con datos ciertos y contrastados para saber qué podemos hacer en el futuro.

Eficacia:

Escuchar a cualquier socio o usuario, animándoles a que planteen las quejas o demandas de su interés, con el fin de poder atenderlas. A tal fin hemos creado los canales adecuados, que se pueden encontrar protocolizados en las oficinas del Club.

Sentido común:

Hay que cumplir estrictamente con la legislación. Así pues, siguiendo indicaciones de la Agencia Tributaria, desde el 1 de enero de 2017 se está aplicando el 21% de IVA a los usuarios de puntos de amarre. Éste es el único incremento hecho por esta Junta Directiva.

Por todo ello me sorprendió la columna Mi Cartagena Taurina de Francisco Vera, del pasado viernes. El día 8 se informó a los socios de los resultados de la auditoría externa y nuestro proyecto para los próximos cuatro años. No obstante, me pongo a disposición de los interesados en conocer cualquier aspecto relativo a esta institución.

El Real Club de Regatas tiene enormes retos por delante. Pero la junta directiva que presido tiene las ideas claras, la pasión por llevarlas a cabo y las personas adecuadas para conseguirlo.