En una nota, alertaron ayer de que hay un «enorme riesgo» para la seguridad, la salud pública y el medio ambiente por el almacenamiento de 250.000 litros de resinas fenólicas que deberían estar en un vertedero de residuos peligrosos de Sevilla y de otros 100.000 litros de una sustancia viscosa cuya composición y procedencia están sin identificar ni etiquetar.

Se han preguntado cómo esta empresa puede seguir cometiendo estas irregularidades cuando fue suspendida su actividad tras haber sido denunciada hace un año por hechos similares. Para la organización ecologista, esta situación demuestra los «escasos» recursos humanos y materiales de los servicios de inspección de la Consejería del ramo, que son insuficientes para perseguir las «graves irregularidades» que cometen algunas empresas.

Los ecologistas también se han preguntado cómo es posible que las empresas que encargan la gestión de sus residuos a García Carreño e Hijos, como es el caso de la multinacional saudí, desconozcan qué pasa con estos componentes, puesto que deben recibir justificación del destino final.

La organización advirtió en la misma nota de que este «escándalo» ha saltado un día después de que los vigilantes de seguridad que prestan servicio en el complejo de Sabic en La Aljorra advirtieran de la falta de seguridad en instalaciones donde hay sustancias muy peligrosas.