Más de medio centenar de personas asistieron ayer a la unidad móvil que la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) desplegó en la plaza Juan XXIII con motivo del Día Mundial del Melanoma.

Fernando Alarcón, dermatólogo del Hospital Santa María del Rosell y colaborador de la asociación, llevó a cabo, de forma gratuita, 73 reconocimientos dermatológicos a las personas que se acercaron al lugar pidiendo consejo sobre algún lunar con una forma o color extraño, o tratamiento para alguna quemadura que tarda en curarse.

Hongos y lunares

Entre los distintos chequeos, Alarcón indentificó dos melanomas basocelulares, que son un tipo de tumor, benigno o no, que hay que exanimar para determinar su peligrosidad. Suelen ser debidos a la exposición prolongada al Sol pero la mayoría de ellos se pueden curar con cirugía.

También encontró un probable caso de micosis fungoide, que es un transtorno de la piel parecido a los hongos. A estos pacientes se les ha tramitado un volante para que acudan a la consulta del dermatólogo para llevar a cabo una biopsia, un examen de ese tejido que determina si es peligroso para la salud. Asimismo, localizó varios Nevus Atipicus o 'lunares sospechosos'. Alarcón comentó que hay que tener mucho cuidado con estos, sobre todo si empiezan a picar o aumentan su tamaño de forma considerable, ya que pueden indicar un caso de melanoma.