Murcia por una mitra es el libro con el que el historiador y director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua), Iván Negueruela, aborda el traslado de la sede episcopal de la Diócesis de Cartagena a la capital del Segura. La segunda edición del libro, reeditada por el Ayuntamiento de Cartagena, incluye un prólogo del alcalde José López.

Esta nueva edición se presentará hoy, a las 11.30 horas, en el Palacio Consistorial. «Murcia consiguió el Obispado con una bula papal que le impedía llevárselo de Cartagena», apunta el autor, quien explica que ésto sucedió porque «Sancho IV, rey de Castilla, le ofreció al Concejo de Murcia ser sede episcopal a cambio del apoyo de los murcianos para que él pudiera reinar. Sancho IV era el hijo del rey Alfonso X El Sabio, y traicionó a su padre aliándose con el Reino de Murcia». De esto hace ya 700 años. En ese tiempo, Negueruela calcula que Murcia le debe a Cartagena cientos de miles de millones de euros para que se haga «justicia histórica». En aquella época, el dinero que recaudaban la Administración procedía del diezmo de la Iglesia.

Una artimaña de Sancho IV

El historiador transcribe esta bula de Rieti, escrita en 1929 por el Papa Nicolás IV. Este documento fue rescatado por Negueruela del Vaticano hace unos años ante la negativa de la Diócesis a dárselo. En él, el Pontífice prohibía al obispo de Cartagena trasladar la sede episcopal a Murcia. Pese esto, en 1929, el rey Sancho IV le dijo a todo el mundo que esta bula autorizaba el cambio de sede a Murcia, aunque el documento decía todo lo contrario. «Sancho IV se lo inventó», dice.