El alcalde de Cartagena, José López, declaró ayer en calidad de investigado -antes imputado- en el juzgado de instrucción número 2 de la ciudad. El regidor negó en su declaración haber insultado, amenazado y calumniado a un alto cargo autonómico durante una comida celebrada el 1 de marzo de 2016 en la Escuela de Hostelería de Cartagena. Según la querella presentada por Fernando Mateo, por entonces director general de Calidad Educativa y Formación Profesional, «durante el tiempo que duró el almuerzo, sin que existiera provocación alguna, tuve que soportar que el alcalde se dirigiera a mí con expresiones como imbécil, marrano, sinvergüenza o ladrón».

Asimismo, Mateo señala que López hizo alusión a él, hablando con un tercero, «ponle un bote de vaselina y que se meta el submarino por el culo». Por entonces, el alcalde y Mateo tuvieron desavenencias por la cesión de una réplica del Peral, que finalmente se instaló en el paseo Alfonso XIII.

López criticó que Mateo llegó a Cartagena el día de la comida «para hacer méritos políticos a costa de meterse con la ciudad y con su alcalde». El regidor alegó así que fue Mateo quien le insultó, sin que él le provocase. «Se cagó en mi puta madre, me llamó hijo de puta y sinvergüenza», expuso el regidor. El exdirector general ratificó su querella ante la jueza. En ella señaló que López, incluso, le propinó una patada, e intentó golpearlo un par de veces más cuando se disponía a abandonar el centro educativo. Por su parte, el PP criticó que «López vuelve a avergonzar a Cartagena por culpa de su actitud agresiva».