El día 10 de mayo del 2013, presenté ante la Autoridad Portuaria mi postura sobre el plan director de infraestructuras de la nueva dársena de Cartagena donde se incluía el informe de sostenibilidad ambiental. En dicho escrito daba mi modesta conformidad al contenido del plan y el informe, así como a la realización del proyecto de la nueva dársena. Han pasado más de tres años y medio y el silencio informativo sobre la ventajosa construcción de la dársena de El Gorguel es la tónica de nuestras autoridades nacionales, autonómicas, municipales y portuarias, a pesar del enorme impacto social y económico que dicha construcción supondría para la Comunidad y la comarca, que por fin contaría con las infraestructuras ferroviarias que hasta el día de hoy se le están negando.

Para este año las inversiones preferentes de nuestra Región parecen ser, y seguro que lo serán, las siguientes: los arco norte y arco noroeste de Murcia ciudad, y los terceros carriles del Reguerón, así como la 'autovía del bancal'. El resto de la provincia y la comarca del Campo de Cartagena seguimos esperando el pronunciamiento a favor, por parte del Gobierno central, sobre el estudio de impacto ambiental y su declaración de objetivo estratégico, para acelerar y culminar el expediente que nos permitiría iniciar las obras para construir la transformadora dársena de El Gorguel, que nos situaría en una estratégica posición portuaria, dentro del marco global del tráfico marítimo en todo el Mediterráneo. Esto obligaría a replantearse las dotaciones en infraestructuras de las que ahora carecen Cartagena y su comarca, y que quedan patentes observando el propuesto y defendido por nuestro Gobierno regional del trazado interior del Corredor Mediterráneo y la ubicación de una ZAL en Alcantarilla.

El Gorguel, por la posibilidad de contar con los calados mayores de los puertos españoles del Mediterráneo, supondrá una insuperable competencia a los puertos de Valencia y Barcelona, que no verán con muy buenos ojos la culminación favorable del expediente para construir la dársena y en política, el tamaño sí importa.

Quizás desde fuera, tengamos la sensación de estar sufriendo una premeditada ralentización en el expediente de El Gorguel, dado los grandes intereses que están en juego y que tanto nos afectarían. Ante esta razonable duda deberíamos todos iniciar una campaña informativa sobre la situación actual de dicho expediente. El propio Ayuntamiento debería convocar un pleno extraordinario recabando información actual sobre la situación del mencionado expediente. Asimismo, los partidos políticos con representación en la Asamblea deberían aprobar una moción a favor de la urgente culminación del mismo; y los diputados nacionales de los diferentes partidos que nos representan en Madrid, después de obtener información en los diferentes organismos nacionales y europeos, deberían darnos cuentas de sus conclusiones. También la Cámara de Comercio y la COEC, que representan los intereses empresariales de la comarca, deberían pronunciarse en un pleno extraordinario y exclusivo, para este tema de El Gorguel. Por su parte, el Gobierno regional debería darnos explicaciones de la situación actual y de los pasos que faltan para llegar a la conclusión del mismo. Finalmente, la Autoridad Portuaria debería hacer un seguimiento informativo a dicho expediente y transmitir a todos los colectivos interesados cualquier alteración, positiva o negativa que pueda condicionar el mismo, pues nos jugamos mucho, tanto de presente como de futuro.