El secretario general de Podemos Región de Murcia, Óscar Urralburu, señaló ayer que las reivindicaciones de los estibadores del Puerto de Cartagena «son fundamentales para garantizar condiciones de vida dignas y la profesionalidad de su oficio, que es a la vez el pilar más sólido de la competitividad de los puertos».

Desde Podemos quisieron mostrar su apoyo a los estibadores y respaldarán las movilizaciones convocadas para los días 20, 22 y 24 de este mes en caso de que se produzcan. «Cualquier medida que vaya encaminada a precarizar las condiciones de trabajadores tendrá nuestro rechazo», afirmó.

Por ello, lamentó que el Gobierno del PP base su gestión «en las imposiciones y quiera instaura mediante decretazo una reforma en el sector de la estiba que afectaría a miles de trabajadores de los puertos españoles». Podemos consideró que el Ejecutivo central, amparándose en la denominada «liberalización portuaria», está acusando a los trabajadores de la estiba de nepotismo en la selección de personal y de cobrar altos salarios.

«Sin embargo -según Urralburu-, los estibadores lo que realmente están defendiendo es la profesionalización y la cualificación de su oficio y eso es fundamental para garantizar condiciones de vida dignas, además de la competitividad de los puertos». En este sentido, afirmó que «es fundamental que el Gobierno se siente a dialogar con los afectados para consensuar las reformas, tal y como demandan desde los sindicatos».

Derecho laboral

Y es que, para Podemos, la situación laboral en el Puerto de Cartagena ya está muy degradada desde hace años. «Desde 2005 la Autoridad Portuaria ha lanzado una auténtica ofensiva contra el derecho laboral de los estibadores con el objetivo de romper con el modelo de estiba que garantizaba protecciones sociales y laborales a los trabajadores, al mismo tiempo que ha hundido la competitividad del puerto, con una reducción del 20% en su tráfico total y un 29% en el tráfico en el que interviene la estiba», afirmó. Además, según Urralburu, en el puerto hay carga de trabajo suficiente para 70 estibadores estables, y sin embargo, como resultado de las políticas de precariedad, la plantilla se reduce a 17.