Hace un par de días, mientras buceaba entre decenas de libros y revistas tratando de hacer limpieza, me topé con una preciosa frase no muy extensa con la que un cartagenero trató de definir nuestra ciudad, pero hace más de mil años. La cita en cuestión rezaba así: «Cartagena es un palacio de elevados muros, cuyo techo son las estrellas».

He de confesar que me encantó esa pequeña procesión de palabras que, sin duda, dejaban constancia de la devoción y el cariño de un hombre por su tierra. Acto seguido quise saber algo más de Házim Al Qartayani, autor de la cita y uno de los poetas arábigo-andaluces más importantes del siglo XIII, y poco después tuve la suerte de encontrar la biografía que Francisco García Albaladejo escribió sobre nuestro paisano en 1971. Para que se hagan una idea de la sensibilidad de este poeta, que maneja sin igual el arte de la metáfora, reproduzco otras descripciones de Házim sobre nuestra tierra: «Si la describes de arriba a abajo, es una luna, sobre una rama, sobre un montón de arena. Y si vas de abajo a arriba, di: es un montón de arena, sobre el que se yergue una rama, en la que luce una luna entre las tinieblas». Estos versos pertenecen a su Qasida Maqsura (v. 512). Aclararles que una qasida es un poema de rima consonante y métrica cuantitativa, con decenas versos de igual ritmo y que; ésta en cuestión presenta 1066 versos.

Aunque no estamos acostumbrados a leer mucho sobre la Cartagena del Islam, ese denso agujero negro de más de 500 años (734-1245), que se cierne sobre nuestra historia, ya saben que Qartayannat al-Halfa era el nombre que recibió nuestra ciudad en ese periodo de dominación musulmana. Resaltar que el calificativo 'al-Halfa' viene a traducirse como «la del esparto» y no es de extrañar, dado que los bizantinos también la llamaron antes Carthago Spartaria, haciendo clara alusión al papel fundamental que jugaba la artesanía del esparto en la economía local de la comarca. Así pues, Házim Al Qartayani significa «Házim el cartagenero»; un hombre que para completar sus estudios tuvo que abandonar Cartagena, llegada su mayoría de edad, y que residió en Murcia algunos años. Luego, durante la Reconquista, ante el imparable avance cristiano tuvo que emigrar a Granada primero y más tarde a Sevilla. Al final, en 1242, se vio obligado a cruzar el Mediterráneo para exiliarse en el cercano Marruecos aunque, posteriormente, marcharía a Túnez donde su intelecto brillaría ya con luz propia antes de apagarse el 23 de noviembre de 1284 a los 78 años de edad.

Por último, significar que nuestro paisano árabe es recordado hoy en su tierra gracias a un acuerdo de la comisión permanente municipal que, el 24 de septiembre de 1986, tomo la decisión de dedicarle una calle. Se trata de una pequeña arteria de Ciudad Jardín que discurre paralela a la calle de Ramón y Cajal, quedando ubicada entre las calles Trafalgar y Alfonso X el Sabio, cuya denominación exacta es calle 'Házim de Cartagena' aunque suele pasar desapercibida para el viandante.