Tres hombres y un destino: concienciar a la sociedad de que el mundo puede funcionar de una forma más respetuosa con el medioambiente. El músico británico de reggae Simon Peter, el bombero de Manchester Martin Hutchinson y el profesor iraní Ramin Rezakhanlou llevan a sus espaldas más kilómetros que la moto de un hippy. Sus historias se cruzaron en mitad del camino esta semana a su paso por la localidad de Santiago de la Ribera y el miércoles hicieron etapa en Cartagena. En los próximos días el rumbo de Martin variara del de Simon y Ramin.
Precisamente, Simon Peter, que toca la guitarra, indicó que «estuve hace diez años aquí y vi que el Mar Menor era algo maravilloso. Hoy, después de una década, tengo mucha tristeza porque lo he visto de un color diferente. Creo que deben buscarse soluciones para recuperar este ecosistema tan importante para toda España».
Los tres exploradores tienen en común que su camino va sobre ruedas, aunque el bombero necesita darle más a los pedales que los otros dos aventureros. Ya que Martin no utiliza más energía que la que generan sus propios pies, mientras que las bicicletas de Simon y Ramin se impulsan gracias a la energía solar. Los vehículos de estos dos últimos superan la velocidad de 45 kilómetros por hora gracias a la energía que generan las placas solares que tienen instaladas sobre el chasis. «Mi objetivo es concienciar a la gente de que se puede viajar sin usar ni una gota de gasolina gracias al sol», afirma el profesor de origen iraní y pasaporte británico.
En cuanto a la historia de Martin, éste lleva nueve años recorriendo a pie distintos países. Hace unos meses recaló en España con una particular bicicleta con la que va recorriendo diferentes provincias para grabar y fotografiar la cantidad de basura que se acumula junto a las carreteras, en las playas y en los espacios naturales.
El objetivo de la aventura de este bombero retirado no es otro que concienciar sobre la importancia de mantener limpio el planeta. Su lucha contra la contaminación y el cambio climático arrancó en 2006 en América Latina, dónde recorrió a pie 44.000 kilómetros. Tras su paso por España prevé continuar con su particular vuelta al mundo por Portugal hasta llegar a Australia. Asegura que ha ofrecido charlas contando sus vivencias en numerosas escuelas contando su vuelta ecológica al mundo.
