El aumento de la demanda ha provocado que Iberdrola ponga a pleno funcionamiento su central de ciclo combinado de Escombreras. Así, las diferentes fases que contemplan el arranque y puesta a plena capacidad de la misma se han realizado con normalidad y sin ningún tipo de contratiempo, indicó la empresa.

La entrada en el mercado del ciclo combinado de Iberdrola, señaló la compañía en una nota, se debe al aumento de la demanda y diversos factores, como las paradas en el parque de centrales nucleares francesas, la menor producción hidroeléctrica y el descenso de la aportación de la energía eólica durante estos días. Así, la estimación es que los ciclos combinados vayan ganando cada vez más predominancia en el mix energético por los factores descritos anteriormente.

Y es que, a plena potencia, el ciclo combinado de Escombreras, que permanecía en estado de disponible desde finales de 2012 a la espera de su conexión a la red cuando el mercado la requiriera, es capaz de producir alrededor de 5.700 millones de kilovatios/hora (kWh) anuales, con lo que contribuye a la autosuficiencia energética de la Región de Murcia y a mejorar la calidad del suministro que la empresa ofrece en esta zona. Los ciclos combinados son también clave para dar soporte a las energías renovables por su alta flexibilidad de operación, dada la variabilidad de la producción de las energías renovables en función del sol y del viento existente en cada momento.

La construcción de esta planta en el año 2006 -en la que se invirtieron alrededor de 380 millones de euros- se enmarca en la apuesta de Iberdrola por el fomento de las tecnologías de generación más respetuosas con el medio ambiente, implicado en su día el desmantelamiento de los antiguos grupos 1, 2 y 3 de fuel-oil que estaban situados en el mismo emplazamiento y sumaban una potencia de 280 MW. Posteriormente, en el año 2013 se desmontaron los grupos 4 y 5 de fuel-oil, actuación en la que la compañía invirtió 7 millones de euros.

El ciclo de Escombreras se caracteriza por tener una configuración dos por uno: dos turbinas de gas y una turbina de vapor, todas ellas suministradas por la empresa General Electric. Las turbinas de gas, del modelo 9FB, consiguen un rendimiento global de alrededor del 58%.

Así, gracias al empleo del gas natural como combustible, un ciclo combinado produce un tercio del CO2 -dióxido de carbono- del que emite una planta de carbón, 10 veces menos de NOx -óxido de nitrógeno- y no emite SO2 -dióxido de azufre- ni partículas.