El cartel anunciador del musical 'Mongolia 2.0', de la revista satírica Mongolia, ha pasado en poco más de 24 horas de ser una polémica en las redes sociales a traducirse en una denuncia por supuesto atentado contra los sentimientos religiosos ante la Policía Nacional.

En el cartel puede verse a la Virgen de la Caridad, patrona de la ciudad, aunque su rostro aparece sustituido por el de Donald Trump, presidente electo de EE UU, mientras que el Cristo tiene el rostro de su rival en las elecciones, Hillary Clinton.

Según ha podido confirmar LA OPINIÓN, la denuncia se presentó ayer y surgió del seno de la cofradía marraja, en concreto de la agrupación del Jesús Nazareno. El presidente del colectivo, José Ramón García, quien interpuso la denuncia a título personal, indicó que «no quiero entrar en su juego y darles más publicidad, pero es una ofensa a los sentimientos de un pueblo con un fin económico».

Así, será un juez quien, a partir de ahora, tenga que decidir si estima que puede haber delito y abrir entonces una investigación. Esto seguirá sus procedimientos judiciales normales y en nada afecta a la representación de hoy, a las 21.30 horas en el Nuevo Teatro Circo. Desde la sala, sus propietarios argumentaron ayer que nada tienen que ver con el espectáculo, más allá de haber alquilado el teatro a los productores del show. «El cartel que nos enviaron (imagen que ofrecemos en esta noticia) para publicitar el espectáculo nada tenía que ver con el de la Caridad, que nos parece ofensivo», indicaron desde Sonora Producciones.

Indignación entre religiosos

Asimismo, la indignación entre muchos católicos ha quedado patente, además, en un comunicado difundido por el Obispado de Cartagena, en la que califica de «irreverente» este uso de la imagen de la Patrona. El obispo ha convocado a los católicos a una misa el próximo miércoles, a las 19.30 horas en la basílica de la Caridad, para rezar por esta cuestión.

El hermano mayor del Hospital de Caridad, José Vera, y el presidente de la junta de cofradías, Manuel Martínez, expresaron también su repulsa al cartel al tratarse de «una ofensa hacia los sentimientos de toda la ciudad, al tratarse de la Patrona».

Mientras tanto, los responsables del espectáculo, la revista Mongolia, se toman con mucho humor toda la polémica y en sus cuentas de redes sociales comentan con mucha ironía todos los ataques que están recibiendo:

Según fuentes consultadas, tras publicar el polémico cartel el jueves la venta de entradas se duplicó en apenas horas.