La semana comenzó tranquila en Cartagena, con la previsión de que el sábado llegaría a la ciudad el musical 'Mongolia 2.0' de la revista satírica. Un espectáculo más, pensarían algunos. Pero, días antes del evento, desde las cuentas oficiales de la publicación en redes sociales se difundió un cartel 'no oficial' de la función. Ahí empezó todo.

En el cartel se puede ver la imagen de la Virgen de la Caridad, patrona de Cartagena, con la cara de Donald Trump, nuevo presidente de los Estados Unidos; y en sus brazos, Jesucristo con el rostro de la perdedora en las elecciones americanas, Hillary Clinton.

Pérez Reverte, que ya había alabado a Edu Galán y Darío Adanti, artífices de esta representación, no dudó en compartir el cartel en su cuenta de Twitter para invitar a todo el mundo a que fuera al Nuevo Teatro Circo de Cartagena. "Yo no me lo perdería", avisaba.

Pero las buenas vibraciones ante 'Mongolia 2.0.' se vinieron abajo cuando algunos cartageneros, políticos incluidos, como José López (alcalde) y Pedro Antonio Sánchez (presidente de la Comunidad), criticaron el "mal gusto" del cartel.

La polémica no quedó en Twitter y el Obispado de Cartagena publicó un comunicado en el que anunciaba, para el próximo miércoles, una misa de desagravio en honor de la Virgen de la Caridad. Y, como el debate tenía lugar en Twitter, el Obispo Lorca Planes también lanzó su tweet.

La revista Mongolia, como no podía ser de otra manera, respondió con humor ante las criticas, en especial, a las de la Iglesia.

Pero el tono se oscureció cuando José Ramón García, presidente de la agrupación del Jesús Nazareno, presentó una denuncia ante la Policía Nacional . Fue entonces cuando la revista Mongolia se vio obligada a ponerse seria y enviar un comunicado oficial defendiendo su derecho a la libertad de expresión.

La tormenta ya estaba encima y había comenzado a diluviar. Nada ni nadie iba a conseguir acercar posturas. La plataforma ´Rosas Negras´, que nació esta semana a raíz de la publicación del cartel, convocó a la ciudadanía a rezar aves marías y cantar salves cartageneras por la Virgen. Por supuesto, frente al Nuevo Teatro Circo y a la hora de la representación.

Aunque el encuentro frente al teatro iba a ser "pacífico", no se pudieron evitar momentos de tensión entre quienes acudieron para disfrutar de un musical con el único objetivo de pasarlo bien y aquellos que veían en 'Mongolia 2.0' "insulto intolerable" que no se debía de producir.

Cierto es que no hubo ninguna pelea multitudinaria, pero sí se escucharon insultos, se vieron empujones y, por qué no decirlo, algo se rezó. Dentro del teatro, la revista satírica consiguió terminar su función, el público rió y luego todos, católicos y no católicos, se fueron a sus respectivas casas. Edu Galán y Darío Adanti ya han abandonado Cartagena, pero la polémica creada por la pareja de comediantes sigue viva en las redes sociales.

Merece la pena apuntar que, cuanto más 'debate' había, las ventas de la representación crecían más y más. Ya quisieran otras compañías teatrales tener la publicidad que ha tenido 'Mongolia 2.0'. Ahora bien, ya saben donde apuntar.