Es vital el relevo. El almirante de la Flota, Francisco Javier Franco Suanzes, quien dejará su cargo el 6 de octubre al pasar a la reserva, indicó ayer en su visita protocolaria de despedida al Arsenal Militar que los buques de la Armada están en su último periodo de vida. «La modernización es fundamental», dijo el almirante.
Y es que, según Franco Suanzes, el ciclo de vida de buques como las fragatas o las corbetas es de 30 ó 35 años y en el caso de las primeras, las nuevas construcciones no llegarán hasta 2023, un año en el que habrán cumplido con creces ese ciclo. Igual es el caso de las corbetas, que deberán ser sustituídas por los nuevos Buques de Acción Marítima (BAM). «Recuerdo que yo estaba destinado a una de estas corbetas en el 81», dijo el almirante, lo que suma más de 37 años a los buques.
Llamativo es el caso del buque de intervención subacuática, el Neptuno. «Ahora mismo no reune las cualidades técnicas que debe tener un barco de estas características», explicó Franco Suanzes, quien recordó que la nueva construcción de los BAM contempla un buque hidrográfico y uno de intervención subacuática.
Sobre los submarinos, el almirante destacó la aprobación de la quinta gran carena para la serie S-70, que permitirá contar con sumergibles a la espera de que a finales de 2021 o principios de 2022 el primer S-80 pueda estar ya en el mar. «Habrá que revisar la orden de ejecución, pero es un programa que ya empieza a ver la luz», dijo.
Sobre su despedida, el almirante de la Flota dijo que se marchaba «satisfecho» con su trabajo y con optimismo. Y es que, según señaló, la Armada ha vivido años duros desde 2013 en materia de presupuesto, aunque 2015 y 2016 han sido «años beneficiosos para la actividad de la Fuerza». En este sentido, Franco Suanzes consideró que durante su mandato «el adiestramiento de las unidades no se ha visto resentido».
El almirante recordó que la Armada sigue presente en la lucha contra la piratería en el Índico y en el Mediterráneo Central con carácter humanitario, entre otras operaciones.
