­Cubiertos, platos y bandejas de una vajilla de plata con sellos de la Corona y marcas son algunas de las 34 piezas que los técnicos y arqueólogos de la segunda expedición al pecio de Nuestra Señora de Las Mercedes han extraído a más de un kilómetro de profundidad en aguas del Atlántico,» lo que supone un récord porque ningún otro país lo ha hecho hasta ahora», aseguró ayer Iván Negueruela, director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua) y responsable de esta expedición, que ha contado con el apoyo de la Armada y el Instituto Español de Oceanografía (IEO).

Negueruela presentó los resultados de esta campaña, que se desarrolló del 10 al 18 de septiembre, junto al director general de Bellas Artes del Ministerio, Miguel Ángel Recio; el director del Centro Oceanográfico de Murcia perteneciente al Instituto Oceanográfico de Murcia, Fernando de la Gándara; y el Almirante de Acción Marítima (Almart), Manuel de la Puente Mora-Figueroa.

Esta expedición ha permitido hacer un seguimiento al estado en que se encuentra el pecio, desde que en 2012 España ganase la batalla judicial contra la empresa ´cazatesoros´ Odissey, que en 2007 expolió el cargamento de la fragata que incluía más de 600.000 monedas, la mayoría de plata. Buena parte del botín de la fragata hundida por la flota británica en 1804, se expone en el Arqua.

Negueruela subrayó «el éxito de las prospecciones, ya que han permitido extraer 34 piezas de vajilla y otros restos menores catalogados como parte del cargamento de la fragata en la documentación de la época guardada en el Archivo de Indias». Esos documentos recogían que el buque transportaba un baúl particular con «plata chafalonia», es decir, deteriorada, marcada con un sello en forma de doble equis y con el sello del quinto real. «Probablemente viajaba a la Península para ser refundida por un platero cordobés», indicó. Esas marcas han aparecido en la vajilla extraída, entre la que se incluyen pilas de platos, bandejas y cubiertos de plata, dos candelabros, también de plata, diversos restos menores y un almirez de oro que se corresponde con la maja de oro hallada en la expedición de 2015 y que ya está restaurada.

Asimismo, se han extraído nueve monedas de plata bajo el citado baúl y que son de gran importancia porque se encuentran en su estado original, ya que el cargamento extraído por Odissey fue tratado en diferentes grados, en muchos casos, dañando las piezas. En el entorno del pecio se ha localizado también un cañón de bronce que se suma al hallado en la anterior campaña y que también aparece en el Archivo de Indias como parte del cargamento de La Mercedes.

La mala climatología impidió que la expedición, que contó con el apoyo del buque Ángeles Alvariño de IOE, desde el que se hicieron las catas, pudiera llevar a cabo el ´mapeo´ del fondo marino donde se halla el pecio con un ROV (Vehículo submarino por control remoto). «Hay un mapa del año pasado que nos deja en blanco el lado sur y este del pecio, ese podría ser objeto de una tercera campaña, aunque será decisión del Ministerio», dijo.

Operación guiada por los técnicos desde el ´Ángeles Alvariño´

Con movimientos apenas imperceptibles a los ojos humanos, los brazos del robot acuático del Instituto Oceanográfico de Murcia han ido extrayendo las distintas piezas halladas en la última expedición del pecio a Nuestra Señora de Las Mercedes. Desde el centro de control, los arqueólogos del proyecto iban dando las indicaciones a los técnicos que se encargaban de dirigir los movimientos. En una de las estancias del barco, los arqueólogos podían seguir al detalle todos los movimientos del robot submarino supervisado por control remoto a tiempo real y con una precisión milimétrica.