La consejería de Medio Ambiente ha dado el visto bueno al proyecto para eliminar el espigón norte de la playa de Punta Brava, en la diputación cartagenera de Los Urrutias, el último que aún queda en la zona tras la eliminación de otros tres. La actuación estaba prevista por la Demarcación de Costas del Estado y la Consejería ha emitido un informe favorable a su eliminación, «ya que este tipo de infraestructuras litorales modifican la dinámica natural de las corrientes de agua», explicaron desde el Departamento regional.

Asimismo, Medio Ambiente recordó que el pasado marzo ya fueron retirados otros tres espigones en la zona sur de esa playa, donde se colocaron barreras contra la turbiedad. «Se eligió esa fecha para llevar a cabo las obras porque esa época del año era compatible con la conservación de los valores naturales de esa área y propicia para evitar molestias a la avifauna en su fase de nidificación y al fartet en su fase de reproducción», señalaron.

Las actuaciones se llevaron a cabo en la zona más próxima a la marina del Carmolí y ejemplares de fartet y de pez aguja fueron trasladados a lugares próximos.

Por parte de los vecinos, el portavoz de la federación comarcal, Ángel Monedero, celebró el anuncio de la Consejería y destacó que gracias a la retirada de ese último espigón «los residentes de Los Urrutias podrán medio vivir, que no disfrutar».

Malos olores y lodos

Y es que, según confesó Monedero, los malos olores y las algas que se han generado en la zona con motivo de los espigones provocan que los residentes no puedan disfrutar de las zonas de baño ni de la playa.

Asimismo, el portavoz vecinal avisó de que el colectivo no se quedará de brazos cruzados. «Ya reclamamos la retirada de los espigones y dejamos las acciones porque se habían puesto manos a la obra, pero aún queda mucho por hacer y no descansaremos hasta que se cumplan nuestras reivindicaciones». Monedero se refiere a los clubes náuticos que existen en el Mar Menor, «que provocan el estancamiento de las aguas y la generación de lodos». «Esperemos que este sea el siguiente paso», dijo el representante vecinal, quien añadió que «el Mar Menor nos ha dado un grito de auxilio y tenemos que trabajar entre todos para responder como tenemos que hacerlo».