De forma amplia podría decirse que los grandes pintores nos han dejado sus cuadros, como legado; que los escritores nos han regalado bellísimas palabras, en sus escritos; que los filósofos nos han brindado, en sus a veces complicados pensamientos, la esencia misma de las cosas; que los guerreros nos han enseñado sus brillantes estrategias, durante las batalla? Pero en su conjunto, es la propia existencia del hombre la que, con independencia del arte u oficio, nos ha legado para la eternidad un extenso compendio de frases.

Me vienen a la cabeza las siguientes: «pienso, luego existo», de Descartes; «Lo que no te mata, te hace más fuerte», de Nietzsche; «Hace falta toda una vida para aprender a vivir» de Séneca; «Haz el amor y no la guerra», de Lennon; «Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo», de Mandela. Y al hilo de la cita de Mandela, mientras nuestros deportistas se parten el alma para conseguir una medalla, nuestros sacrificados políticos parecen estar a gusto instalados en una partida de mus que dura ya ocho largos meses. El hartazgo político del españolito de a pie es considerable, no obstante, 'ellos' solo parecen preocuparse de si mismos y de sus intereses partidistas.

Habría que convenir que nuestros actuales líderes políticos no pasarán a la historia por sus citas célebres. Y para ilustrarlo obviaré a Iglesias y a Rivera, y me centraré en sus parejas de mus. Rajoy, el presidente en funciones que siempre va por la vida de gallego, usa oraciones que rozan la evidencia; se le atribuyen, entre otras: «Si te pones a una cosa, te pones y si no, pues no te pongas», «España es una gran nación. Y los españoles, muy españoles». Por otro lado, a Sánchez se le conocen menos citas pero deberíamos de quedarnos con una, que la mayoría de españoles ya están hartos de oír, «No, es no». Esta frase, el único lema del PSOE de Sánchez y sus acólitos, es mucho más que evidente al encerrar un 'No' con mayúscula, casi enfermizo, hacia la persona de Rajoy, a su política y al partido que lidera pero, sobre todo, en este momento representa un 'No' a España entera y a los españoles, a ese necesario sentido de Estado y a las expectativas de alcanzar un Gobierno que tanta falta nos hace. Esperemos que el aire fresco que parece soplar con ese principio de pacto PP-C's, sea suficiente para sacar adelante la investidura del próximo 30 de agosto y, así, recuperar a un Partido Socialista Obrero, demasiado perdido, incluida esa letra 'E'?, de Español.