Casi 3.000 kilómetros de recorrido en bicicleta con una tienda de campaña, un camping gas, algunas mudas y un colchón hinchable. Una hazaña que podría encajar en un libro de aventuras, pero que Juan Miguel Alcobas, militar jubilado y cartagenero, completó después de 26 días, «con mucha satisfacción», comentó su protagonista.

La andadura comenzó en Holanda, lugar desde el que partió el 12 de julio, hasta llegar a Santiago de Compostela y completar lo que los expertos en la materia llaman ´El Gran Camino de Santiago´. «Llevaba las rutas en un GPS y mi hija me iba dando indicaciones por internet porque hasta llegar al sur de Francia no había ninguna señal que hiciera referencia al Camino de Santiago», explicó Alcobas.

A pesar de completar la ruta, Alcobas sufrió varias dificultades que no se hicieron patentes hasta el final del camino, en el tramo de Galicia. Lo que en un principio parecían molestias estomacales, acabó siendo una úlcera sangrante y, como consecuencia, sufrió una pequeña arritmia cardíaca. «Pasé unos días en el hospital, pero ya estoy perfectamente. Al final, esto se queda en nada y mantengo lo mucho que me ha reconfortado este camino», indicó el militar.

«Nunca pensé en abandonar. Cuando empiezo una cosa, me gusta acabarla», sentenció Alcobas, quien aseguró padecer problemas con el idioma en Holanda y Francia. «Estaba deseando llegar a España para poder comunicarme bien», señaló. Aun así, consiguió pedalear una media de 116 kilómetros diarios. «Me levantaba sobre las seis y media de la mañana y acababa al anochecer, excepto en Bélgica- comentó el cartagenero- que tuve que parar antes debido a unas lluvias torrenciales horrorosas».

La soledad y la naturaleza le acompañaron durante toda la travesía, incluso cuando llegaba la hora de dormir. «Buscaba algún camping, sacaba mi tienda, una colchoneta, el camping gas y me hacía unos macarrones con tomate», comentó.

La determinación y la disciplina siempre han acompañado a este militar jubilado especialista en vela. Ha ejercido como profesor de este deporte marítimo y «aunque no he conseguido muchos logros competitivos, me dieron el premio al Espíritu Deportivo, que al final es lo que me define», explicó.

Un camino de estas características requiere entrenamiento diario y dedicación. Por ello, Alcobas reconoció que todos los días monta en su bici de segunda mano. «Por las mañanas suelo hacer montaña en algunas de las colinas de Cartagena, y por la tarde me dedico a hacer llano, lo que me ocasiona mucho menos esfuerzo», explicó. Durante la travesía siempre le acompañaron la bandera de España, la de la Región de Murcia y la de Cartagena. «Los camioneros y la gente que me encontraba haciendo el camino desde Francia me pitaban y me saludaban al verme con la bandera española, algo que me daba mucha alegría», comentó, aunque «no disfruté tanto como me hubiera gustado, porque iba concentradísimo en pedalear, de hecho, cuando salí de París hice 167 kilómetros», añadió. En 2012, Alcobas completó 350 kilómetros en su primer Camino de Santiago; en 2013, decidió partir desde Santa Lucía; y en 2015 se lanzó desde el Sur de Francia. «Ahora tengo que pensar que haré en 2017», bromeó.