Hay dos temas de obligada opinión antes de irme de vacaciones, que no a donde algunos me deben mandar tras leer mis artículos. Uno es la bahía de Portmán y el otro la sustituta de mi Pili. Si, ya sé que hay muchos más temas, pero estamos en agosto y hace mucho calor... Mejor dejarlos para septiembre con la fresca.

Portmán: Qué duda cabe que a alguien hay que ponerle una medalla por conseguir que se haya incluido la regeneración de la bahía en los presupuestos del Estado.¿Pero a quién? Realmente es un mérito colectivo con independencia del color político, que en esto son bastantes los que han arrimado el hombro, aunque muchos más son los que se quieren apuntar el tanto ahora que se le han visto los ´güevos´ al macho.

De todos ellos, los que si merecen esa medalla -peperos, socialistas, comunistas y ecologistas- hay uno en particular que la merece un poco más dorada que los demás, sin desmérito del alcalde unionense Pedro López, al que admiro. Hablo de un político que, literalmente, lloró cuando en el último momento incorporaron el proyecto de regeneración de la paradisíaca bahía de Portman. Y es... Mi Paco Bernabé. Paco luchó por esa bahía antes de ser alcalde, siendo regidor de La Unión, como consejero de Fomento y ahora como diputado en el Congreso. Era una espina que llevaba clavada en el talón y en el corazón, que no le dejaba ni caminar con soltura en el mundo de la política, ni sentirse bien consigo mismo. Una meta que no llegaba a alcanzar por más empeño que ponía y mira que le metía esfuerzo, y que ahora ha alcanzado.

Felicitaciones para el murciano pueblo de La Unión, ciudad a la que quiero, de gente acogedora, magnífica, emprendedores donde los haya, luchadores incansables a los que aún les corren por sus venas la sangre de aquellos mineros que jamás se rindieron frente a la dureza de las rocas. ¡Eh!, que la medalla es ´pá´ mi Paco, ojito con que se la ponga otro, como lo será la del aeropuerto que lo dejó a falta de un empujoncillo, si el que está no la caga. Y como lo será la del Gorguel, que seguro triunfa donde otros han fracasado y lo saca ´palante´ desde ´Madrizzz´.. Bueno, lo del tren mediterráneo por Cartagena, que no le echen la culpa, que en eso no ha tendido nada que ver. En eso tienen mas culpa algún pájaro cartagenero y una gaviota-macho murciana. ¡Una más de estos improductivos pajaritos! Así que, merecida medalla ´pá´ mi Paco.

La sustituta: La sustituta de mi Pili es una joven y bisoña política llamada María Luisa Casajús. Su expediente académico es muy bueno pero el político está impoluto, como un folio en blanco de esos a los que se enfrentan los escritores, que no se sabe qué terminarán conteniendo tras el paso de la afilada punta de la pluma por su palidez. María Luisa tiene todo lo necesario para haber sido elegida para el cargo de sustituir a mi Pili. Es joven y atractiva, culta, educada, equilibrada, limpia de turbios pasados, sin experiencia participativa en áreas de gobierno... Vamos, un mirlo blanco para un PP cartagenero necesitado de cambiar su deteriorada imagen. Hay quienes piensan en aquello de «qué hace una chica como ella en un partido como ese», y se equivocan de plano. El PP de Cartagena necesita muchos y muchas ´polític@s´ como Maríaluisi para que la gente vuelva a confiar en el partido más votado.

Sustituir a mi Pili es complejo y a la vez muy fácil. Por un lado la complejidad radica en que hay mucho tomate ´florecío´ que limpiar y sanear, ´sin esconder ni tapar nada´, que salga lo que tenga qué salir y se sanee de una vez el PP por todos los rincones. Lo contrario no sería un buen comienzo ni daría los frutos que se pretenden con el nombramiento de tan buen perfil de aspirante a la política. Pero a la vez es muy fácil, su trabajo consiste en mirar lo que hizo y cómo lo hizo Pilar Barreiro y hacer lo contrario, así seguro que acierta.

Maríaluisi merece una oportunidad, aunque algunos por lo bajini ya empiezan a darle a la ´bífida´, pero no es más que lo normal en un partido de dimes, diretes, ya te pillaré y alguna que otra puñalá por la espalda. ´Ná´, lo normal, se lo digo yo. Creo, a priori, que esta joven señora lo va a hacer muy bien si la dejan, que lo dudo, pues algunos hay que quieren que les sirva de imagen limpia ante la plebe, mientras ellos por detrás siguen con sus basurillas. Quienes así piensen, es posible que se hayan equivocado con su nombramiento, María Luisa no es Pilar.

El otro día, tomando un bíter sin alcohol con mis amigos Pepe, Fulgen, Diego, Manolo, Juanma y otros, frente al amarronado Mar Menor, que les aseguro está mucho peor de lo que dicen, mostré mi contento con el nombramiento de Marialuisi con cierta vehemencia. Mis amigos me miraron con extrañeza, ya que saben que la especialidad de un servidor, en la cocina de las letras, no es precisamente lo dulce, sino lo picante y salado, preguntándome: ¿algo malo tendrá la chica?, ¿o no?... Pues sí, les respondí, claro que lo tiene... ¡La santa compaña de los Quinitos!, os parece poco. Lo dicho, lo mejor del cambio pepero... Marialuisi, de momento.