El enfrentamiento entre el Gobierno municipal y el PP sobre los actos que conmemoraron el martes la revuelta cantonal de 1873 continúa. El portavoz de los populares, Francisco Espejo, criticó ayer que el Ejecutivo local "ha gastado 1.500 euros en colocar un mástil en lo alto de la Atalaya para izar la bandera cantonal sólo un año después de que el alcalde exigiera el cese del presidente de la junta vecinal de La Palma por haber instalado en una plaza del pueblo una bandera de España".

La respuesta del Gobierno no se hizo esperar y el concejal de Patrimonio, Ricardo Segado, criticó que Espejo niegue el derecho de los cartageneros a conmemorar su historia. Así, en un comunicado, Segado aseguró que "este Gobierno seguirá invirtiendo en la puesta en valor de nuestro patrimonio y nuestro acervo cultural, porque está en nuestras convicciones y porque no hacerlo sería una traición a un lugar de la importancia de Cartagena".