El calvario de la exdirectora de la piscina municipal cubierta de Cartagena, R. T. H., está a punto de finalizar y la próxima semana podrá abrazar a su familia. R. fue detenida por la Policía italiana (un cuerpo llamado Guardia di Finanza) en el aeropuerto de Roma el 25 de junio acusada de narcotráfico. Había viajado a la ciudad alpina para pasar el fin de semana y su familia denunció su desaparición ante la Guardia Civil al día siguiente viendo que ya era de noche y que no había regresado a casa, y que tampoco contestaba al teléfono móvil.

Pasaron tres días de nervios e incertidumbre sin saber su paradero, ya que no sabían dónde estaba. Incluso pensaron que tal vez había viajado hasta Marruecos, de donde es su pareja, hasta que el jueves, 30 de junio, un abogado de oficio en Italia se puso en contacto con la familia. La noticia de su detención fue una auténtica sorpresa para los suyos, ya que quienes la conocen la califican como «una buena persona, muy religiosa y una mujer maravillosa».

Ocho días después, su abogada, Virginia Urrea Navarro, avanza que R. T. vuelve a casa la próxima semana, después de que la justicia italiana resolviese el pasado miércoles la suspensión de la condena tras una negociación para evitar el arresto domiciliario. «No llevaba droga encima ni tampoco en su cuerpo y no tenía intención de traficar en Italia», explica su letrada, quien insiste en que su arresto «se produjo por una sucesión de errores en el procedimiento y porque además no se ejecutaron los protocolos internacionales».

Urrea viajó a Roma hace una semana y regresó el pasado miércoles con la buena noticia. La abogada destaca que a R. T., madre de dos adolescentes de 13 y 14 años y residente en Torre Pacheco, sólo le tomaron declaración una vez en un procedimiento denominado 'interrogatorio de garantía', así como el oscurantismo y la falta de información de la justicia italiana.

«El procedimiento judicial es diferente y muy lento, tanto que aún no tengo su declaración», añade. La letrada se puso en contacto con la embajada española en Italia, que desconocía el arresto de R. T., y gracias a la colaboración de la Policía Nacional de Cartagena y al agregado de la embajada, Pedro Agudo, con sus abogados, R. volverá a casa a mediados de la próxima semana.

En este sentido, destacó que «el trato en la embajada y el trabajo del agregado y de la Policía Nacional ha sido fundamental para conseguir que quede libre en un tiempo récord y pueda regresar a Cartagena». Debido a la lentitud del sistema judicial italiano, Urrea no pudo traerse consigo a R. T. de vuelta a su casa, donde su familia la espera ansiosa. «Están siendo unos días muy difíciles para todos, ya que esta situación es complicada de digerir para cualquiera, sobre todo, porque se ha visto envuelta en una situación a la que es ajena por completo por una serie de errores», señala Urrea.