­

Más de la mitad de los perros domésticos del municipio de Cartagena no están censados en el registro municipal. Según el concejal de Bienestar Animal, Francisco Calderón, «de los 15.000 canes que tienen chip sólo 7.500 tienen papeles y, a éstos, hay que sumarles aquellos que ni siquiera están ´chipados´».

Esta situación preocupa al edil, que quiere poner en marcha una campaña de concienciación para que los dueños apunten a sus mascotas en el Centro de Acogida y Tratamiento de Animales Domésticos (Catad). No hacerlo supone incumplir la ordenanza municipal y, aunque Calderón asegura que «nunca se ha puesto una multa por no tener al animal registrado», advierte de que acarrea sanción administrativa. Además, el Ayuntamiento quiere dar un paso más e, incluso, registrar el ADN de cada perro.

«Tener identificado genéticamente a cada animal nos ayudará a protegerlos mejor en caso de que sean robados o sean víctimas de maltrato. Esto último, según la última reforma del Código Penal, ya está considerado como delito», resume el edil.

Asimismo, el ADN servirá para saber qué dueños son los que dejan sin recoger los excrementos de sus canes cuando éstos defecan en la vía pública. La multa por hacerlo es de 165 euros, pero si se paga pronto la cuantía se reduce ligeramente.

La concejalía de Bienestar Animal no se fija una fecha tope para que los propietarios saquen el ADN de sus mascotas. «Hemos hablado ya con los veterinarios de la ciudad y serán ellos los que, por un precio cercano a los 30 euros, se encarguen de tomar una muestra de pelo, saliva o sangre de cada animal para después mandar los datos al registro municipal. Una vez hecho y analizado en el laboratorio, el dueño podrá recoger una ficha identificativa de su perro que deberá ponerle en el collar», concluye.

«No se trata de una medida recaudatoria»

El concejal de Bienestar Animal, Francisco Calderón, señala que «no se trata de una medida recaudatoria el hecho de sancionar a aquellos dueños incívicos de mascotas que no recogen los excrementos, sino de higiene y salud pública». Además, el edil considera que «registrar el ADN de cada perro servirá para proteger más a los animales y saber que tienen todas las vacunas». Calderón denuncia que hay perros que aparecen muertos porque son usados en peleas callejeras y, otros con pedigrí, que son robados y se les cambia el chip que llevan en el cuerpo para que ya no se puedan identificar con este sistema. «El ADN no se puede cambiar», zanja el edil de Bienestar Animal.