Una cuadrilla de operarios de la empresa Excavaciones y Montajes Vigueras S. L., subcontrata que trabaja para la concesionaria del servicio de agua Hidrogea, trabaja durante esta semana para limpiar el colector de aguas pluviales de la zona de Barrio Peral, situado al final de la avenida Víctor Beltrí bajo la rotonda de Mandarache.

El jefe de alcantarillado de Hidrogea, Salvador Martínez, explica que estas tareas se llevan a cabo periódicamente con el fin de evitar inundaciones. No obstante, indica que cuando hay una fuerte lluvia torrencial como la ocurrida hace un par de años es imposible que la red sea capaz de absorber todo el agua de golpe, anegándose así las calles mientras que el más de millón de metros de red de alcantarillado existentes en Cartagena tratan de asimilar el agua pluvial.

Operarios de Hidrogea también efectuan tareas de limpieza en el subsuelo de la céntrica calle Gisbert, aunque según técnicos de la empresa, este trabajo se hace de forma manual mientras que en el colector de Mandarache se emplea maquinaria de arrastre tipo ´miniretr0´, es decir, de un tamaño pequeño. De allí sacan en una semana 80 hectómetros cúbicos de residuos.

La capa de sedimentos y fangos de este colector de aguas pluviales tiene unos 30 centímetros de espesor y se limpia cada tres años pese a que se inspecciona anualmente cuando se acerca la época de lluvias, apunta Martínez, quien también añade que los trabajadores usan equipos de respiración autónoma, detectores de gases tóxicos, sistemas de comunicación, extractores y arneses de seguridad. Los operarios van ataviados con monos blancos y escafandras, vestuario que comparte ciertas similitudes con el traje de un buceador e incluso se asemeja a la apariencia de un astronauta.

Más de 1,5 kilómetros de red

El colector en cuestión tiene una longitud total de 1.633 metros y comienza recogiendo parte de las aguas de escorrentía de la Vereda San Félix y, a lo largo de su recorrido, va recibiendo distintas aportaciones hasta su entronque final en el interceptor de pluviales, situado bajo la rotonda de Mandarache. Desde allí, las tuberías conducen el agua de lluvia hasta el mar.

El colector de aguas pluviales es visitable y de sección variable, es decir, una parte de forma rectangular, con unas dimensiones de tres metros de ancho por casi dos de alto; y otra circular, con un diámetro de metro y medio, indica Martínez.