Seguir descubriendo la historia a través de la excavación arqueológica subacuática del pecio Nuestra Señora de las Mercedes. Ése es el objetivo que se ha marcado el Museo Arqua para este año, con una segunda expedición al punto donde se encuentra hundida la famosa fragata de la que fueron rescatadas miles de monedas y numerosos objetos que se exponen en Cartagena tras el largo litigio con la compañía cazatesoros Odyssey, que recuperó el tesoro.

El director del Arqua, Iván Negueruela, sostiene que la nueva expedición puede seguir aportando más información acerca del hundimiento, la época y las costumbres, en función de los objetos que se encuentren en esta nueva excavación. Unos trabajos que sumarían la segunda misión sobre el pecio, tras la llevada a cabo en agosto del pasado año, marcando un hito en la historia de la arqueología submarina a nivel internacional porque era la primera vez que se hacía una operación de este tipo a tanta profundidad, unos 1.200 metros.

Sobre la fecha concreta para regresar a la zona del hundimiento, al sur de Portugal, frente a Faro, de momento no hay nada concreto, aunque ya se está trabajando en que un equipo de técnicos del Arqua regrese al lugar para seguir explorando la fragata.

Las características de la misión serán similares a las de agosto de 2015, contando entonces para llevar a cabo los trabajos con la colaboración del propio ministerio de Cultura, el Instituto Español de Oceanografía, la Armada y una empresa técnica para la filmación de la campaña. Sobre el equipamiento, en principio, será similar al empleado el pasado año, siendo fundamental el robot ROV, dotado con cinco cámaras y capacidad para sumergirse a 2.000 metros de profundidad.

Objetivos conseguidos

El fin del proyecto está definido en el ejemplar de trabajo resultante de la primera expedición, donde se recoge la necesidad de fijar la localización exacta del yacimiento, la documentación de los trabajos realizados por Odyssey, documentar el estado actual de los restos del pecio que se conservan en la superficie del lecho marino, la prospección acústica del fondo para la caracterización geomórfica de la zona del hundimiento, la confección de una cartografía batimétrica de detalle del área, documentar mediante vídeos los trabajos y depositar en el pecio una placa en memoria del personal civil y militar que perecieron en el ataque al buque. Unos objetivos conseguidos en la campaña de 2015 y que serán ampliados con la nueva misión.