Las llamas sorprendieron a los conductores que se dirigían a las playas del Mar Menor y a La Manga para disfrutar del puente del día de la Región, ayer al mediodía, justo cuando acababan de salir del trabajo. En apenas una hora el teléfono único de Emergencias, el 112 registró más de medio centenar de llamadas de personas avisando de un incendio en el monte Miral, situado justo enfrente del monasterio de San Ginés de la Jara. El fuego arrasó entre dos y tres hectáreas de matorral, palmito y bosque bajo, en una zona carente de arbolado, aunque resultaba difícil precisar su extensión por los desniveles propios del cerro, informaron fuentes consultadas por esta Redacción.

«La rápida actuación de las brigadas forestales y de los bomberos junto con el apoyo de un helicóptero, y el hecho de que no soplara viento, ha permitido controlar las llamas en un par de horas», informó el 122. Sobre las seis de la tarde, cuatro horas después que se localizase el fuego, «estaba controlado y no había rastro de llamas ni de humo», señalaron desde Emergencias. A las ocho y media de la tarde, aún queda una brigada forestal asegurando el perímetro y controlando la zona calcinada, que abandonó el cerro a las nueve de la noche», añadieron.

En las tareas de extinción del fuego participaron bomberos del Parque de Cartagena, agentes medioambientales, una brigada forestal con base en Cartagena; y un helicóptero de la dirección general de Seguridad Ciudadana, con base en Alcantarilla.

Asimismo, participaron brigadas forestales de Murcia y Totana. A las cuatro de la tarde, cuando ya habían conseguido sofocar las llamas, efectivos de Protección Civil se desplazaron a la zona con avituallamiento, sobre todo, agua para las brigadas que seguían trabajando en el monte.

Por otra parte, la brigada de Investigación de Delitos Ambientales de la dirección general de Desarrollo Rural y Forestal también actuó en la zona del incendio con el objetivo de determinar sus posibles causas, que hasta ahora se desconocen.

María Dolores Ruiz Álvarez, abogada y miembro de la asociación de Defensa Activa del Patrimonio Histórico (Daphne), destacó que el fuego llegó a la altura de una de las tres ermitas declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1982. Diez años después el propietario fue sancionado por no adoptar medidas de protección. Sin embargo, a Portman Golf no se le ha multado por incumplir el decreto de Patrimonio, que en 2014 le ordenó que ejecutase de forma urgente medidas de consolidación ante el riesgo de desprendimiento existente para las personas».

Ruiz destacó que «no se entiende por qué en la Catedral se han estado celebrando conciertos, pero cuando en cumplimiento de la ley de Patrimonio hay que organizar visitas, entonces sí hay que ejecutarlas; mientras que en el monte Miral la gente se pasea a sus anchas».

Hay que recordar que esta letrada logró el pasado febrero mediante una sentencia que el Ayuntamiento pudiese ejecutar los avales de Hansa Urbana para obligar a la empresa a que cumpliera el convenio urbanístico firmado con la Administración local que le obliga a restaurar el monasterio de San Ginés de la Jara.