Las calles de la ciudad volvieron un año más a teñirse de blanco y sonrisas con la procesión del Corpus Christi, que reunió a cientos de niños que han celebrado su primera comunión y que pasearon por el centro encontrándose a su paso los altares de las cofradías y asociaciones religiosas instalaron para la celebración.

Una procesión que vino precedida como es costumbre de una misa en Santa María de Gracia que estuvo oficiada por el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes. También acudió el alcalde José López y las concejalas Isabel García y María José Soler, junto a otras autoridades municipales.

Una nueva ocasión para que los pequeños lucieran sus trajes de comunión y mostraran su fe y devoción por una tradición que poco a poco vuelve a ganar fieles.