Que los ciudadanos vuelvan a sentirse parte del astillero. Ése fue el objetivo de la jornada de puertas abiertas que celebró ayer Navantia en sus instalaciones -la última vez que los cartageneros pudieron visitar la empresa fue en 1997-, según indicó el director del astillero y jefe del programa de los S-80, José Manuel Sanjurjo.

Una jornada en la que los visitantes tuvieron vía libre para poder recorrer las instalaciones de Navantia y conocer de cerca su trabajo -aunque algunas zonas, como los talleres donde se construye el nuevo submarino S-80 quedaron vedadas a la toma de fotografías-. Además, para celebrar un día tan importante, la compañía organizó la salida de su taller del sumergible S-74 Tramontana, que se encuentra en los trabajos de su cuarta y última gran carena en el astillero.

Durante una hora, los asistentes observaron cómo el submarino salía de su taller y mostraba su 'armamento', aunque no todo, ya que la hélice estaba tapada al ser uno de los secretos de este tipo de naves. El sumergible se encuentra ultimando su gran carena. En septiembre serán las pruebas de mar y poco después se entregará a la Armada, según la empresa.

Periodo de transformación

«La idea es que los ciudadanos vuelvan a sentirse orgullosos del astillero», dijo Sanjurjo, quien recordó que la empresa se encuentra en estos momentos en un periodo de transformación que debe llevarla «a volver a ser uno de los tres mejores astilleros de toda Europa, como siempre ha sido», dijo el director del astillero.