El director de Navantia en Cartagena, José Manuel Sanjurjo, señaló ayer que el astillero es «privilegiado» por su carga de trabajo y auguró que la Armada va a seguir encargando más grandes carenas en los próximos años, una vez concluya la construcción de los 4 submarinos de la clase S-80.

«Este astillero tiene asegurada la carga de trabajo durante muchos años», aseveró Sanjurjo en la presentación de un prototipo de exoesqueleto de la americana Lockheed Martin que permite levantar a un operario hasta un centenar de kilos, del que Navantia seguramente va a adquirir varios equipos para facilitar el trabajo a sus empleados.

Navantia ha acogido la primera demostración que se realiza en Europa con esta tecnología. Se trata de una estructura antropomórfica que se ajusta al cuerpo humano del mismo modo que un arnés. El exoesqueleto ha sido diseñado para realizar trabajos en instalaciones industriales y, de una manera especial, en el ámbito naval. De tipo pasivo, no necesita ningún tipo de energía para su funcionamiento, disponiendo de un brazo mecánico en el que se ajustan las herramientas de trabajo. Esta estructura ha recibido numerosos galardones internacionales.

Sanjurjo pidió ser «tremendamente cautos» con contratos que «están en el aire», como los de los dos cazaminas para la Armada argelina o los motores para los buques de Arabia Saudí, cuyas adjudicaciones aspira obtener Navantia, aunque matizó que «siempre hay posibilidades» de lograrlas.

Sobre la actividad actual, corroboró que el rediseño del primer sumergible S-80 ya está terminado y resaltó que Cartagena tenga a los submarinos como «producto específico» que no se realiza en ninguna otra instalación de características similares en España.

Sanjurjo contextualizó la compra de los exoesqueletos con el «problema» del envejecimiento de la plantilla en los astilleros de todo occidente y concretó que todas estas herramientas, que «se están introduciendo masivamente en Estados Unidos», facilitarán «enormemente» el trabajo de los empleados de Navantia, sobre todo, matizó, al manejar herramienta pesada por encima de la cabeza, lo que causa lesiones lumbares.

El primer eje del plan de modernización de Navantia en Cartagena, el «apagón analógico», se consiguió el pasado julio, desde cuando todas las instalaciones están digitalizadas e interconectadas, mientras que en los próximos dos o tres años se concluirá la digitalización de la burocracia y el papeleo, comentó.

Posteriormente se acometerá la finalización de la modernización del astillero con el tercer eje, la robotización.