on menos de 30 años, Luís ya era director del puerto con mas puntos de amarre de España, el Puerto Tomás Maestre, tantos como la friolera de 1700 amarres. Hoy a sus 54 años, sigue siendo aquel joven director, sencillo, humilde y abnegado, que llegó al puerto con la vocación de servirle a la gente. Estudió en Maristas de Cartagena, luego cursó los estudios de Ingeniero Técnico Industrial y terminó haciendo un Master de Empresas. Y como no, el título de patrón de barcos. Casado con una preciosa mujer, Mónica y con tres hijos, Iván, Borja y Marta, me reconoce que aunque es feliz con su trabajo, le gustaría poder pasar mas tiempo con ellos. Su trabajo no solo consiste en controlar que tó quisqui pague los recibos anuales, sino que gobierna una nave portuaria con 35 trabajadores, hacia los que no escatima elogios «son de una humanidad extraordinaria», me dice.

Pero lo que mas le entusiasma son las relaciones con los propietarios de los puntos de atraque. El quiere que el final de su trabajo sea que los propietarios-socios se lo pasen bien y disfruten, que sean felices en el puerto con sus barcos solventándoles todas las papeletas que les puedan surgir, que siempre las hay. Con mirada limpia e ilusionada me dice: «Vivo para los 1.700 usuarios del puerto» y cada día soy mas feliz.

Para el son igual de importantes los que tienen un barco grande que pequeño, los trata a todos por igual, como si todos fuesen vestidos igual en bañador y camiseta, que van. Sabe que el puerto Tomás Maestre debe estar siempre a la altura de lo que los usuarios demandan, en limpieza, jardinería, rápida solución de problemas y colaborar a que los propietarios se diviertan en las zonas de ocio, y aunque parece una rutina, para él cada día es un nuevo reto que tiene que superar, para volver a empezar al día siguiente.

Me comenta que los estigmas de los puertos son el elitismo y la contaminación, cosas que en el que él dirige no existen. La primera porque la media de eslora de los barcos es menor de 8 metros, por lo que queda descartado el elitismo. Y la segunda, la tiene superada con planes preventivos y de actuación inmediata, con un férreo control y un eficaz mantenimiento intensivo, consiguiendo que las aguas del interior del puerto estén seis veces menos contaminadas que las de fuera del mismo. Siento que le estoy dando un corte, pero es que quiero saber cosas de ese gran director portuario y no me da tregua. A ver, Luís, ¿Qué comida te gusta mas?..., cuando se recupera del giro de la conversación me dice que el asado de pasador -un exquisito pescado- que le hace su buena madre Petra€, bueno y ¡esa tortilla de patatas con un toque de cebolla!... uhmmmm, noto que se relame, por lo que miro el reloj y ¡como no!, la hora del almuerzo y yo ahí dándole la vara con mi selfie. Le gusta la lectura de novela histórica y su líder es Fernando El Católico y su estirpe. De música lo que le echen y si es de Pink Floid, ya se pone a saltar. Su colonia favorita es One Million, de Paco Rabane€, ¡buen olfato tiene este hombre!

¿Y de deportes qué?, le pregunto. ¡Me gusta correr y en verano navegar!...., obvio, ¿no? Le pido que me cuente una anécdota y (€), ¡otro que pillo en fuera de juego!(...), pero al poco recuerda un montón, entre las que está la visita al puerto del actual rey Don Felipe, cuando era Príncipe, con motivo de las Olimpiadas de Barcelona. También me cuenta que lo llamaron de los 40 Principales gastándole la broma de que habían detectado el Pez Globo en el Mar Menor y que producía picor, llanto, etc (€), en un principio se la colaron, hasta que se dio cuenta de que era víctima de una broma radiofónica. Me contó una anécdota de un señor que se lo encontraron muerto en el barco después de, presumiblemente, un exceso de actividad fisico sexual, pero le dije que no la contaría, así que no he dicho nada.

Y ahora el selfie €, ahí vamos€, un barco, un patrón de embarcaciones y un pirata€, ¡chssss!, queridos lectores, que no hace falta que digan ustedes nada,€ ¡ya sé que no tienen ninguna duda de quien es cada uno!.