Fue la primera Patrona de Cartagena y ya es Bien de Interés Cultural (BIC). Los cartageneros pueden presumir de la Virgen del Rosell, que fue durante décadas patrona de la ciudad hasta 1723. Hace un año el Consejo Parroquial de Pastoral de Santa María de la Gracia, solicitó este título para la Virgen, y el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma ha autorizado esta semana el decreto para otorgarle dicho honor.

Así se publicó ayer en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM). De este modo, la talla medieval de la Virgen del Rosell es protegida y reconocida por su valor religioso, artístico y cultural, asegura el vicario de la diócesis de Cartagena y párroco de Santa María de Gracia, José Abellán Ibáñez.

Se trata de una obra escultórica medieval de estilo gótico, aunque algunos expertos opinan que es más bien bizantina. De bulto redondo y madera policromada responde al prototipo de las esculturas marianas de la Edad Media. Sin embargo, la policromía que tiene esta pieza ya no es original, puesto que fue repintada en varias ocasiones durante los siglos XVI y XVIII.

Sentada en un trono sostiene en una mano una rosa, y en su regazo al Niño Jesús. A pesar de ser una obra de la que se conoce su origen, es imposible reconocer a su autor. No obstante, las tradiciones populares han creado e imaginado historias sobre la mística llegada de la primera Patrona.

Uno de esos «relatos», comenta Abellán, narra que un pescador llamado Rosell encontró a la estatua en medio del mar. Otro cuenta que un pintor (también llamado Rosell) esculpió a la Virgen obviando su rostro porque no encontraba inspiración. Ante tal frustración el artista se fue a dormir y soñó con ella. Al día siguiente notando la ausencia de Rosell, varios conocidos fueron a buscarlo y lo hallaron muerto en la cama. En cambio, la Virgen ya contaba con su rostro esculpido y finalizado.

En 1504 ya constaba como Patrona de la ciudad como se ha podido comprobar en diversos escritos del Archivo municipal del Ayuntamiento. Y lo fue hasta 1723, cuando la Virgen de la Caridad ocupó su puesto. Con ello, el culto hacia la Virgen del Rosell -copatrona de Cartagena- fue disminuyendo. Sin embargo, «siempre ha estado ahí y ha sido un referente para la ciudad», asegura el vicario.

El rey Alfonso X, El Sabio, en 1972 se dio cuenta de su importancia e hizo referencia a ella en sus Cantigas donde alababa su belleza. Inspirado en su hermosura empleó la imagen de la Virgen y la incorporó como escudo de la Orden militar de Santa María de España conocida como Orden de la Estrella que fue fundada por Alfonso X en el siglo XIII. Este reconocimiento exalta el valor religioso de la obra «que hace sentir orgullosos a los cartageneros», indica el vicario, quien resalta su valía artística, ya que es una pieza de gran belleza y calidad, y el significado cultural que tiene para Cartagena. Este último se debe al surgimiento de esa Orden de la Estrella, a las tradiciones asociadas a los Cuatro Santos de Cartagena y a las cofradías.

Abellán no duda en confirmar que para los cristianos que la Virgen del Rosell sea declarada BIC es una satisfacción ya que se valora a su «madre». Madre con la que habla a diario, a la que le reza y que le insufla alegría. Es una gran noticia para los cartageneros, ya que son más conscientes de que tienen «una obra valiosa para el arte y para el ámbito religioso, y para los sentimientos de los creyentes», asegura.