Querido alcalde, con el debido respeto: Para comenzar hoy quería comentarle las quejas de un lector que vive en la zona próxima al centro comercial Mandarache. Se queja este amigo, que además ha tenido la amabilidad de enviarme algunas fotos como la que se reproduce en esta página, de la mala colocación de las farolas en la avenida Víctor Beltrí, desde la plaza Severo Ochoa hasta Las Tejeras, un extenso tramo que se extiende a lo largo de unos tres kilómetros.

Dice, y no sin razón, que la forma de colocar estas farolas (él calcula que unas 250), justo en el centro de una acera tan estrecha, hace que se bloquee el paso de silletas, sillas de ruedas e incluso de peatones, si se te ocurre pasear con familiares o amigos.

La verdad es que el problema no es nuevo. Recuerdo que hace un par de años denuncié en este periódico algo semejante en las aceras que se habían hecho en la carretera de subida al faro de Cabo de Palos. Aquí en Cartagena tenemos otro ejemplo, también reciente, en la calle Doctor Luis Calandre, donde además, para más inri, los alcorques de los arboles se abrieron transversalmente a la acera.

No obstante seguimos sin aprender de errores anteriores y los técnicos y urbanistas encargados de estos y otros proyectos, continúan prefiriendo el diseño y la estética a la movilidad de los ciudadanos. Sobre todo la de aquellos que necesitan más ayuda.

Eso por no hablar de la propia plaza de Severo Ochoa, que, después del dineral que nos ha costado, cuando no está levantada por obras y reformas, se usa como almacén de materiales. Ya sé que todo lo anterior es responsabilidad de los gobiernos que le han precedido pero no estaría de más que usted, como alcalde y responsable actual del área de infraestructuras y urbanismo, estuviese a partir de ahora atento a todos estos errores y evite que puedan repetirse.

Podría pedirle a los técnicos encargados de recibir las obras que, antes de hacerlo y firmar el visto bueno, se dieran una vuelta en silla de ruedas o intentaran pasear a un bebe, para comprobar si las aceras son accesibles.

El regreso de Juan Luis Martínez

Interesantes noticias las que estamos conociendo en los últimos días sobre la incorporación de nuevos técnicos a su equipo de gobierno. Más concretamente al área que dirige Ana Belén Castejón. Me refiero claro está a la contratación del Secretario General de los Socialistas por Cartagena, Juan Luis Martínez, como coordinador de la vicealcaldía.

Antes de continuar debo decirle que nunca llegué a entender la operación que montaron algunos dirigentes del Partido Socialista allá por el 2010, para defenestrar al que entonces era su portavoz municipal, Juan Luis Martínez, quien por aquellos años se perfilaba como un buen recambio para la anquilosada cúpula socialista cartagenera, que no solo era incapaz de presentarse como alternativa real al gobierno de Pilar Barreiro, sino que, en determinados momentos, parecía cómplice de esta.

Si le soy sincero lo achaqué a esa incomprensible condición cainita que ha caracterizado a los socialistas de esta Región desde los primeros años de la democracia, cuando, ellos solos, fueron capaces de acabar con sus dos primeros presidentes regionales, Andrés Hernández Ros y Carlos Collado.

Pero volviendo a lo que le decía al principio de esta carta, me alegro de que ahora, Ana Belén Castejón, -otra que sabe bien lo que es pelear con algunos de sus propios compañeros- haya tenido la sensibilidad de reconocer aquel error, primero; y luego el coraje de incorporarlo a su equipo de trabajo.

Juan Luis Martínez siempre me ha parecido un político con las ideas claras y una buena preparación técnica. Él mismo decía el otro día en este periódico que trabajará en un segundo plano y que la vicealcaldesa le «ofreció el cargo porque quiere darle a su gabinete otro perfil más técnico, y supongo que habrá pensado en mí porque soy economista». Estoy seguro de que, a partir del próximo lunes, cuando se incorpore a su nuevo destino, será un excelente refuerzo para el área económica de su equipo de Gobierno.