El extracto de higo chumbo es aplicable como colorante natural en alimentos y reporta beneficios al contener sustancias anticancerígenas, antioxidantes y antiinflamatorias, sustituyendo a la tartrazina, prohibida en algunos países por causar efectos adversos a la salud. Ése ha sido el descubrimiento del doctor por la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), Pedro José Giménez, que sostiene en su tesis que los colorantes alimenticios están presentes en cualquier cocina, aunque no siempre se es consciente de los riesgos que los de origen sintético pueden entrañar para la salud, y pone como ejemplo la tartrazina, un colorante amarillo empleado en arroces y caldos.

La tesis, dirigida por los profesores de Ingeniería Química Ambiental de la institución docente, José Antonio Fernández y Juan Ignacio Moreno, llega a la conclusión de que el extracto de pigmentos de higo chumbo tiene «un interesante potencial como colorante natural de alimentos», aparte de ser rico en sustancias bioactivas que le confieren efectos biosaludables muy demandados por los consumidores.

Los directores de la misma explican que el planteamiento de este trabajo responde al interés de las industrias alimentarias de disponer de nuevos colorantes naturales amarillos hidrosolubles y que puedan sustituir a la tartrazina.

«Hay países en los que ya se ha prohibido este colorante debido a que su consumo constante afecta a la salud, provoca cambios en los estados de ánimo, hiperactividad, ansiedad y trastornos en el sueño, especialmente en niños», explica Fernández.

A raíz de la tesis de Giménez, los investigadores han obtenido los primeros resultados con el colorante amarillo, aunque aún les queda un largo recorrido para que se pueda extender su uso.

«Hemos probado su durabilidad y perdura en el tiempo sin perder el color ni las propiedades», aseguran satisfechos por lograr un extracto que se caracteriza por ser de un color amarillo intenso.