El cierre del balance de 2015 de la multinacional Repsol se salda con pérdidas de 1.200 millones de euros. Esto se debe a la caída del precio del barril de crudo, que ha pasado de 50 dólares a caer hasta la mitad. Algo que ha devaluado el valor de las reservas que posee la compañía.

Este balance negativo es el primero en la historia de la petrolera y ha obligado al consejo de administración de Repsol a tomar medidas para frenar esta recesión. Por el momento tienen previsto llevar a cabo unas provisiones extraordinarias de 2.900 millones de euros para el cierre de los resultados de 2015, así como un recorte del 20% en el presupuesto destinado a inversiones.

Pese a la mala situación financiera que atraviesa la empresa a nivel global, la refinería de Escombreras sigue generando beneficios, según defienden desde la misma. Afirman que esto se debe en gran parte a la buena marcha del refino, también conocido como 'downstream', que es la principal actividad de negocio de la planta de Cartagena.

Desde la multinacional subrayan que «el negocio de 'downstream' ha compensado los efectos negativos de los menores precios del crudo y el gas». Además, aseguran que «los volúmenes de ventas han aumentado y se han registrado mejoras en los resultados de refino y de otros procesos.

Asimismo, la compañía defiende que la refinería de Escombreras forma parte de uno de los sistemas de refino más competitivos de Europa. Y, añaden, que esta factoría es un generador sostenible de valor para la multinacional y para sus accionistas al estar integrada dentro de los cinco complejos industriales que Repsol tiene en España.

Fuentes consultadas por esta Redacción detallaron que el proceso de refino es el que «salva» a la planta de Cartagena respecto a otras áreas de negocio de Repsol. A su vez, recordaron que en los últimos años han cerrado unas 20 instalaciones similares en Europa. No obstante, Irán ha mostrado su intención de abrir una refinería en Algeciras.