Un sistema artificial capaz de sentir mientras actúa. Este es el resultado de la tesis doctoral de José Gabriel Martínez Gil, dirigida por Toribio Fernández Otero, responsable del grupo de investigación en Electroquímica, Materiales y Dispositivos Inteligentes. «Llevamos muchos años desarrollando músculos artificiales, pero ahora hemos ido más allá, con un dispositivo que en solo dos cables de conexión concentra tanto el motor como los sensores de condiciones térmicas, mecánicas, químicas y eléctricas, al tiempo que es capaz de controlar su posición y velocidad», explica Fernández Otero.

Los beneficios de su desarrollo en este sentido son varios, ya que al concentrar en un solo dispositivo los sensores se reduce espacio, cableado, software de control, costes y posibilidad de fallos, apuntó Martínez Gil. La tesis permite abrir la imaginación a la creación de futuros robots con materiales más actuales y ligeros como plásticos -el famoso grafeno o los polímeros conductores- que vayan sustituyendo progresivamente a los actuales. Este posible hito en la robótica ha supuesto su publicación en más de 3o revistas científicas de todo el mundo, tres capítulos de libros y 38 presentaciones en congresos internacionales.

En este sentido, las aplicaciones de sistemas como este pueden suponer un paso de gigante en campos tan importantes de investigación como la cirugía avanzada en hospitales o zonas de conflicto, el espacio o labores del hogar, así como al cuidado de personas mayores dependientes en un futuro.

Tanto es así, que desde la Unión Europea ya se trabaja en un proyecto para modernizar los robots Da Vinci, empleados por los hospitales más prestigiosos como el Vall d´Hebron en Barcelona durante los últimos doce años en materia de cirugía avanzada. Estos nuevos dispositivos con sensibilidad táctil se usuarían para las operaciones en zonas como la cabeza, cuello o las extremidades.

«Con el principio de consciencia mecánica, permitir simplificar la robótica y emular el funcionamiento humano, se abre un campo de investigación para los próximos 200 ó 300 años», aseguró Fernández Otero.