Los tres restaurantes de la plaza Alcolea -más conocida como la plaza de los carros- montaron el año pasado una Cruz de Mayo y quedaron contentos con el resultado. Este año, los responsables de los tres establecimientos lo estaban preparando todo para volver a sumarse a esta fiesta del mes de las flores, hasta que les llegó una notificación con las nuevas normas que establecía el Ayuntamiento para este año.

Los empresarios consideran que los recortes en los horarios de cierre y para poner música son tan importantes que, finalmente, han renunciado a montar el floreado altar, informó la presidenta de la patronal del sector (Hostecar), Francisca Naranjo.

Naranjo añadió que la decisión de estos colegas es sólo una más de las muchas en el mismo sentido que han tomado otros compañeros y asegura que ella misma es una de las que había pensado montar una Cruz de Mayo en la calle ante su establecimiento, pero que las nuevas condiciones también le han echado atrás.

El tijeretazo más significativo para los hosteleros es la hora del corte de la música por la noche, que se ha fijado a las doce y media de la noche- Deben apagat todos los equipos que tengan en la calle por completo, algo que el año pasdo tenían que hacer a las tres de la madrugada. En realidad, los conciertos y bailes tenían que finalizar a la una y media, pero podían seguir con música ambiental hasta las tres.

También indigna a los hosteleros que el año pasado tenían música ininterrumpida desde el mediodía hasta la noche, mientras que este año les obligan a cortarla a las tres y media de la tarde y no pueden volver a activar los equipos de sonido hasta las seis de la tarde.

Además, el año pasado, podían prolongar la fiesta el domingo hasta las nueve de la noche, mientras que este año pierden dos horas, ya que deben interrumpirla a las siete de la tarde.

La presidenta de Hostecar, Francisca Naranjo, cree que estas medidas son «un guiño a los vecinos en un año de elecciones». Además, la dirigente empresarial critica que el Ayuntamiento pida a los empresarios colaboración y que corresponda con medidas que les perjudican. «No vamos a hacerle la fiesta al Ayuntamiento», dijo.