Defensa ya tiene quien le limpie. El Ministerio ha alcanzado un contrato con una empresa nueva, Clece S.A., para que se haga cargo de la prestación del servicio de limpieza en sus cuarteles y en el resto de dependencias. El acuerdo se adoptó a finales de marzo y, pocos días después, ocho empleadas de la nueva subcontrata que trabajan en instalaciones del Ejército de Tierra regresaron a sus labores en estas dependencias.

Aún faltaban por concretar el nuevo contrato, medio centenar de trabajadores que limpiaban las instalaciones de la Armada, lo que se produjo el pasado viernes, de modo que se prevé que el lunes regresen a sus puestos de trabajo.

De este modo, se pone fin, al menos de momento, a dos años de calvario para las trabajadoras, debido a que han tenido problemas para cobrar sus salarios desde que la anterior concesionaria, la empresa Cleanet, se adjudicó el contrato con Defensa para prestar el servicio de limpieza.

Las trabajadoras denunciaron en varias ocasiones que Cleanet les pagaba la nómina con retraso, hasta que hace aproximadamente seis meses, dejó de abonarlas y, poco después, entró en situación de concurso de acreedores. En ese momento, Defensa decidió recurrir a una nueva empresa.

Las limpiadoras han pasado serias dificultades, especialmente, las que tenían su trabajo como única fuente de ingresos familiar.

Han presentado denuncias en el juzgado de Lo Social contra Cleanet, pero también contra el Ministerio de Defensa, como responsable subsidiario de la situación generada por los impagos.

Calculan que les deben una media de tres mil euros a cada una de las trabajadores afectadas, ya que llevan dos meses en huelga sin entrar a limpiar los cuarteles.

Aseguran que en los recintos militares se han apañado durante ese tiempo con parte del personal que sigue siendo plantilla y con la colaboración de la marinería profesional en estas labores, «pero se han llegado a precintar aseos, porque no se podía entrar», comenta una de las limpiadoras.