Más de una treintena de jóvenes voluntarios acuden semanalmente a la planta de Pediatría del hospital Santa Lucía para jugar con los pequeños hospitalizados. Prácticamente la mitad de ellos son universitarios de la UPCT, la UMU y la UCAM.

Los voluntarios realizan a diario una labor de acompañamiento a niños que están ingresados por distintas enfermedades con el fin de que los chavales, con edades comprendidas entre los 2 y 14 años, olviden su enfermedad durante unas horas. Se trata de una iniciativa llevada a cabo por la Fundación Fade, que también se está haciendo en otros hospitales de la Región como en la Arrixaca o Molina de Segura.

Los distintos talleres de manualidades, educación emocional o juegaterapia se realizan con los pequeños de lunes a viernes, en horario de cinco a siete de la tarde, y también los sábados por la mañana. Las actividades se llevan a cabo en la ludoteca de la planta de Pediatría y quienes no pueden acudir a ella, reciben asistencia a pie de cama por parte los voluntarios que pasan la tarde con ellos haciendo figuras de plastilina, viendo la televisión o contándoles un cuento.

En cuanto al perfil de los niños hospitalizados, los voluntarios afirman que se trata principalmente de enfermos de corta duración. «Por lo general suelen ser niños que tienen alguna fractura, apendicitis o gastroenteritis», detallan los chicos de Fade.

Todo el mundo puede colaborar

Aunque, si hay algo que caracteriza a este servicio de voluntariado es que, como señalan los responsables de la ONG, «cualquier persona puede hacerlo, ya que no hace falta tener ninguna preparación especial y desde Fade realizamos cursos gratuitos para formar a nuestros propios voluntarios. Además, sólo hace falta venir una vez en semana y el horario se adapta muy bien».