Las bufandas moradas, encarnadas, blancas y negras se hicieron anoche necesarias durante la celebración de la tradicional Llamada de la Semana Santa de Cartagena no sólo para lucir los colores de la cofradía a la que pertenecían los asistentes, sino también porque hacía bastante frío y, quizá por ello y porque el acto coincidía con el partido de la Liga de Campeones del Real Madrid, los procesionistas que acudieron a la ceremonia que marca el inicio de la Cuaresma semanasantera fueron muchos menos que otros años.

Los hermanos mayores y la alcaldesa Pilar Barreiro estuvieron menos arropados de lo acostumbrado, pero lo único que quedó congelado fue el cheque con la subvención municipal que el Barreiro entregó al presidente de la Junta de Cofradías, Bernardo Simó, cuya cuantía fue de 183.000 euros. Es exactamente la misma cantidad que la recibida el año pasado y la misma que llevan recibiendo los procesionistas en la Llamada desde el año 2012, en el que además sufrieron un recorte del 10%, ya que en 2011, la alcaldesa le entregó a los cofrades un cheque de 203.400 euros.

Justo antes de la entrega del cheque, el máximo representante de las cofradías y hermano mayor del Resucitado había agradecido en su discurso la ayuda «personal y material» del Ayuntamiento a pesar de los tiempos de crisis. No obstante, remarcó que, «como en la parábola de los talentos», están convencidos de que devuelven con creces a la ciudad la ayuda que reciben de las Administraciones.