«Un testigo afirma que vio a Diego Pérez Tomás en Lo Campano el 16 de marzo, cinco días después de que los policías lo llevarán a Cala Cortina, como han reconocido, y he solicitado las imágenes de una cámara en la zona que lo puede comprobar». Así lo confirmó ayer a LA OPINIÓN el letrado Raúl Pardo Geijo, quien defiende a uno de los seis policías en prisión por el presunto asesinato de Diego Pérez, vecino de Las Seiscientas que apareció muerto en Cala Cortina. Para Pardo Geijo, «la declaración de ese testigo parece que no se ha tenido en cuenta, cuando es crucial». Por ello, confía en que la cámara de la zona aún guarde las imágenes, aunque ocho meses después de los hechos, es complicado.

Asimismo, el letrado señaló que aún quedan otras muchas pruebas que practicar y se refirió a diez DVDs que contienen escuchas y grabaciones a los agentes que aún no están a disposición de las defensas y en las que podría haber declaraciones exculpatorias.

Tres vestimentas diferentes

De igual forma, Pardo Geijo se refirió a las declaraciones del testigo protegido donde recuerda que el desaparecido llevaba «unos pantalones marrón claro camel de tela, unas zapatillas de deporte y -cree- una camiseta». Una vestimenta que difiere de la ropa con la que apareció muerto en Cala Cortina dos semanas después de que el testigo viera cómo los policías se lo llevaban, ya que, según el informe de hallazgo del cadáver, Diego portaba pantalón vaquero y una camisa de manga larga de rayas. Del mismo modo, el testigo que dice haberlo visto cinco días después de su desaparición «sin ningún género de dudas» en Lo Campano, dijo que la víctima llevaba un pantalón vaquero y una sudadera con capucha.