El colegio José María de Lapuerta comenzará las clases con las obras de reforma iniciadas en el verano sin finalizar. Así lo confirmó ayer la concejal de Educación, Josefa Maroto, tras la junta de Gobierno local donde se trató el estado de los trabajos en los centros educativos llevados a cabo durante los dos últimos meses. «Las mejoras en el colegio eran de mayor envergadura y no se han podido concluir, aunque no afectará en nada para el desarrollo de las clases», explicó Maroto, quien aclaró que los problemas del centro eran menores de lo que se esperaba en un principio.

En este sentido, la edil señaló que antes de que la Consejería comenzara las obras se llevaron a cabo catas para determinar en qué estado se encontraba la infraestructura, ya que se creía que podría estar afectada, aunque finalmente no fue así. Maroto precisó que las obras en la zona de Infantil ya han concluido y que serán las de Primaria las que se alarguen un poco más durante el curso. «De todas formas, no afectará al desarrollo de las clases», insistió la concejal.

Asimismo, Maroto señaló que el resto de obras que se iniciaron el pasado mes de junio, más de 90 actuaciones, han terminado, con un presupuesto de 425.000 euros, en un total de 40 centros escolares del municipio, a falta de concluir dos actuaciones que se han incorporado al listado de obras para sustituir sendas pistas polideportivas en dos centros.

Las obras realizadas consisten principalmente en actuaciones para mejorar la seguridad interior y exterior de los centros, la accesibilidad, así como pequeñas reformas, reparaciones y trabajos de impermeabilización. Algunos de los trabajos de pintura se han sido encomendados a los conserjes de los grupos escolares, que han realizado 26 actuaciones de este tipo.

Por la cuantía de las obras destaca la sustitución completa del vallado exterior, así como la remodelación y adaptación del patio para nivelar alturas en el CEI Pipiripao, con 62.000 euros.

Por su parte, la Comunidad Autónoma ha abordado cuatro actuaciones, entre ellas las de los centros de La Puerta y San Francisco Javier en Los Barreros, que voló durante un vendaval el pasado curso.