A veces, nuestros políticos andan más preocupados en volar aviones que en la vida de las personas. Muestra de ello es la situación de Juan de Dios, un cartagenero discapacitado de 28 años que ha tenido que emigrar a Almería para ser cuidado por la Junta andaluza. Juan padece una enfermedad rara conocida como 'artrogriposis', la cuál afecta al movimiento de varias de sus articulaciones como los pies, los hombros y las caderas.

Desde que naciera en la ciudad portuaria tuvo que hacer frente a su 88% de discapacidad, Juan tiene un grado dos de dependencia severa. Y pese a tener que necesitar ayuda para realizar varias de sus actividades básicas diarias, este joven discapacitado consiguió -gracias a la Comunidad de Castilla La Mancha- sacarse la titulación de diseñador gráfico.

Sabiendo que en Andalucía podía encontrar las atenciones que precisaba, Juan vive ahora con su padre en la casa familiar que tienen en un pueblo almeriense, de hecho se ha tenido que empadronar allí, ante la dejadez de las instituciones murcianas.

Hasta hace unos días, Juan estaba sin atención, únicamente su padre de 70 años -quién sufre un 33% de discapacidad- cuida de él. Gracias al coraje de este chico, la Junta de Andalucía le ha otorgado durante cuatro meses una plaza en un centro para personas dependientes de Almería. Pese a que solo recibe atención de lunes a viernes está contento con la predisposición que en Andalucía están mostrando hacia su caso.

De momento, Juan está tranquilo, aunque continúa luchando por una sitio fijo en una residencia concertada por la Administración. Esa plaza concertada atendería sus necesidades durante todos los días, ya que como dice Juan, «uno no deja de estar enfermo los fines de semana, necesito ayuda a diario». Si la consigue tendrá que pagar unos 700 euros al mes, algo que con los cerca de mil euros de ayuda que recibe su padre puede permitirse de forma muy ajustada.

Además, Juan tiene muchas ganas de vivir y demostrar a la sociedad que, pese a su enfermedad, es una persona muy válida, de hecho, busca empleo como diseñador gráfico.

Juan de Dios ha peleado durante muchos años para encontrar ayudas que le permitan vivir una vida digna. Con 22 años consiguió una plaza en un centro de Albacete. Allí estuvo durante cinco años. Tras el fallecimiento de su madre, continúa en el centro hasta que cumplió el máximo de tiempo en la residencia manchega. En diciembre de 2011 este joven discapacitado se quedó sin ningún lugar donde ser atendido y sin recibir ayudas.

Gracias a la casa que su familia tiene en el pueblo de María, situado en la provincia de Almería, Juan y su padre viven ahora allí. Una vez que está en Andalucía, los asistentes sociales empiezan a buscar lugares cercanos en los que Juan pueda ser atendido. De momento, la vuelta al mundo de Juan estará parada durante los cuatro meses que la Junta de Andalucía le subvencionará la residencia. Pero después tendrá que volver a viajar como Willi Fog.