Nada como tener las cuentas saneadas y las arcas llenas para afrontar imprevistos. Y si hay una institución en la Región cuya economía goza de buena salud es la Autoridad Portuaria de Cartagena. De ahí que pueda tirar de caja e invertir nada menos que 23 millones de euros para que el ferrocarril llegue hasta la dársena de Escombreras. La obra tendría que haberla sufragado el Ministerio de Fomento, a través de la Dirección General de Ferrocarril, como estaba previsto, pero ha esgrimido falta de recursos para llevarla a cabo.

Ante esta situación, el Puerto de Cartagena no ha dudado ni un momento para no retrasar más la llegada de los trenes a las terminales y muelles de esta área. «Cambio de estrategia», lo llamó el director de la Autoridad Portuaria, Pedro Vindel, quien explicó que cuando se inició la renovación de la dársena, se preveía que Fomento se hiciera cargo de la construcción de la infraestructura ferroviaria en los terrenos que no eran propiedad del puerto, pero no ha podido ser.

El Consejo de Administración del Puerto ha aprobado la compra de los terrenos privados por los que discurrirán las vías. Son cerca de 14.000 metros cuadrados, pertenecientes a la petrolera Repsol. Así, se evita abrir un proceso de expropiación, mucho más largo en el tiempo, por los que se pagarán unos 916.000 euros (65,75 euros por metro cuadrado). Además, la Autoridad Portuaria ya ha llevado a cabo una primera fase del proyecto para preparar la plataforma de la vía hacia dársena, una obra que ya está ejecutada y ha supuesto una inversión de unos 7 millones de euros, recordó Vindel.

Próximamente se pondrá en marcha también la ejecución de la segunda fase del proyecto, que consiste en preparar el resto de la plataforma y construir toda la superestructura del ferrocarril, con unos costes de entre 15 y 16 millones de euros. De esta segunda fase es de la que debería haberse hecho cargo la Dirección General de Ferrocarril, además de una remodelación de la estación de Escombreras, que tenía previstos unos costes de unos 8 millones de euros y que no se llevará a cabo.

En cualquier caso, el Puerto puede hacer frente a esta inversión gracias a que en 2012 obtuvo unos beneficios récord en su historia de 29 millones de euros frente a los 19,3 de 2011, gracias al aumento en su ingresos por facturación y la reducción de gastos en todas las partidas excepto el impuesto municipal de bienes inmuebles, que pasó de 680.000 a 870.000 euros.

«Sería inconcebible que no se dotase de ferrocarril a la dársena de Escombreras, en la que ya se han invertido desde el año 2000 unos 180 millones de euros, a los que hay que sumar las inversiones privadas». De hecho, la falta de ferrocarril ya está provocando que se pierdan algunos trabajos en el puerto, por lo que no tendría sentido no hacer la inversión en esa infraestructura, subrayó el director.

Fin de la obra del 'superpuerto'

Además de ese proyecto y las cuentas de 2012, el Consejo de Administración aprobó también la liquidación de la última obra ejecutada en Escombreras para finalizar el muelle polivalente, con un coste de 25 millones de euros y que supone el fin de las obras de las infraestructuras de la dársena, que se bautizó como 'el superpuerto' a falta sólo del ferrocarril.