Que nadie espere sorpresas, la batalla de hoy la ganan los romanos, como ocurrió hace exactamente 2.222 años. Aunque si fuera por los festeros, todos serían triunfadores.

Se trata del segundo año consecutivo que la representación del acto más popular de las Fiestas lo organizan de forma conjunta el Consejo carthaginés y el Senado romano. Y la relación es tan buena que hasta los dos grandes enemigos de la Gran Batalla de esta tarde terminarán dándose un abrazo para simbolizar que todos pertenecen a un sólo bando, cuya victoria será la de hacer más grandes las fiestas históricas de Cartagena.

Arqueros, fuego, trepadores, jinetes e infantes con catapultas protagonizarán una contienda multitudinaria sobre el césped de la Cuesta del Batel con un guión renovado, pero que pretende afianzar lo bueno de la batalla del año pasado a la espera de retos más grandes para el próximo, que se celebra el 25 aniversario de las fiestas. Después, la victoria cambia de escenario y se celebra en el escenario del puerto, para partir seguidamente hacia el campamento y brindar allí porque la historia engrandece a la ciudad.