El parque Rafael de la Cerda que la Mancomunidad de los Canales del Taibilla tiene en Tentegorra ha recuperado el esplendor que tenía hace 25 años. El complejo estaba prácticamente «muerto», admite su actual responsable, Leonardo Pérez, quien asegura que se ha resarcido y vuele a llenarse todos los fines de semana, como ocurría hace décadas.

Este gran parque en plena naturaleza apenas contaba los fines de semana de hace un año con unos doscientos visitantes, una cantidad ridícula para la superficie que ocupaba. Ahora, es raro el domingo que no pasan por él más de dos mil personas.

Y es que desde que Leonardo Pérez y su equipo se hicieron con la dirección del complejo y se encargaron de darle impulso lo han dotado de un contenido que lo ha hecho mucho más atractivo para los ciudadanos, especialmente, para las familias con hijos, ya que todos los fines de semana organizan actividades y espectáculos infantiles para los más pequeños, a lo que hay que sumar la completa renovación de las áreas de columpios. El considerable aumento de visitantes obligó a la Mancomunidad a habilitar unos terrenos como aparcamiento con trescientas nuevas plazas.

De hecho, el número de socios que se han apuntado al parque en este último ha crecido de forma espectacular y ha pasado de 23.000 a 27.000 en el último año. Este aluvión de inscripciones hizo temer a la dirección que se produjeran grandes aglomeraciones los fines de semana que impidieran disfrutar a los socios y llegó a barajar cerrar el cupo. No obstante, algunos de los socios antiguos que son ya mayores y no disfrutan del parque se han dado de baja, por lo que los responsables del parque han decidido mantener abierto el periodo de inscripciones sin fecha límite y ver cómo evoluciona la suma de nuevos socios.

Leonardo Pérez anunció además que en breve construirán una zona de barbacoas de obra para que la gente pueda comer caliente y ya no tenga que depender exclusivamente del picnic.

El éxito de este nuevo impulso al parque persiste a pesar de que el precio para ser socio ha subido de ocho euros al año a cuatro euros al mes y la dirección del complejo sostiene que el dinero que se obtiene se destina directamente al mantenimiento y a nuevas infraestructuras y servicios en el parque.